LOS ÁNGELES, California. – El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, declaró que su oficina se opone a que se les otorgue libertad condicional a los hermanos Menéndez, argumentando que nunca han aceptado plena responsabilidad por el asesinato de sus padres en 1989.
Fiscal Hochman pide negarles libertad condicional a los hermanos Menéndez
Tras 35 años en prisión por el asesinato de sus padres, los hermanos Menéndez buscan libertad condicional, pero el fiscal Nathan Hochman afirma que no han mostrado arrepentimiento ni rehabilitación.

En un comunicado emitido la mañana del miércoles, Hochman afirmó que Lyle y Erik Menéndez han mantenido durante décadas una “falsa narrativa de defensa propia” que ya fue rechazada por el jurado.
“Nos hemos opuesto sistemáticamente a su liberación porque no han demostrado una comprensión completa de sus crímenes ni que se hayan rehabilitado por completo, por lo que siguen representando un riesgo para la sociedad”, sostuvo.
El fiscal advirtió que minimizar la gravedad del caso podría “socavar la confianza en el sistema judicial” y recordó la reciente negativa del gobernador Gavin Newsom a conceder libertad condicional a Sirhan Sirhan, asesino de Robert F. Kennedy, como precedente de lo que significa no mostrar arrepentimiento real.
El mediático caso
En agosto de 1989, Lyle y Erik, entonces de 21 y 18 años, asesinaron a sus padres, José y Kitty Menéndez, en su mansión de Beverly Hills. Tras un juicio mediático y una primera instancia con jurados divididos, en 1996 fueron condenados a cadena perpetua sin libertad condicional.
Décadas después, el caso resurgió con nuevas pruebas y acusaciones de abuso sexual contra José Menéndez, además de documentales y una reciente serie de Netflix que avivaron el debate público. Sin embargo, para Hochman esos elementos no cambian el núcleo del caso.
“La justicia nunca debe dejarse influenciar por el espectáculo. Lo que importa son las pruebas, los hechos y la ley”, afirmó.
En mayo pasado, un juez resentenció a los hermanos de cadena perpetua a 50 años de prisión, lo que automáticamente les abrió la puerta a solicitar libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles, ya que cometieron el crimen siendo menores de 26 años.
Lyle y Erik, ahora de 57 y 54 años, se presentarán próximamente ante la Junta de Libertad Condicional. Sin embargo, con la postura del fiscal y la comparación con otros casos de alto perfil, el camino hacia su liberación parece difícil.
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