La presentación de cargos contra un quinto funcionario de la Institución Correccional Federal en Dublin (FCI Dublin) por abuso sexual evidencia un problema de conducta grave en el personal de esta prisión federal femenina.
“El club de las violaciones”: el escándalo de abuso sexual que ha sacudido a funcionarios de la prisión de mujeres en Dublín
La prisión federal de Dublín se encuentra en el ojo del huracán por una serie de denuncias de abuso sexual. Recientemente fueron presentados cargos contra Enrique Chávez, un mando del servicio de alimentos en esta institución correccional de California.

La Fiscalía del Norte de California reportó este miércoles que se presentaron cargos contra Enrique Chávez, encargado del servicio de alimentos en la institución correccional federal.
El sujeto está acusado de tocar los senos, el trasero y los genitales a una reclusa en dos ocasiones distintas en octubre de 2020, según la acusación revelada el miércoles.
Chávez fue acusado el 10 de marzo, mientras un grupo de trabajo de la Oficina de Prisiones estaba en Dublín hablando con los reclusos y el personal sobre las formas de eliminar una cultura de abuso en la prisión.
Fue arrestado el domingo en Arizona y compareció ante el tribunal el martes en Tucson.
Había estado en licencia administrativa de la prisión durante varios meses.
“Actualmente, el gobierno está investigando a más sospechosos por delitos relacionados”, dijeron los fiscales en documentos judiciales. Los investigadores planeaban ejecutar múltiples órdenes de allanamiento el miércoles, dijeron.
Prisión de Dublín, en la mira
La Oficina de Prisiones está bajo un escrutinio cada vez mayor por señalamientos de abuso sexual.
Las acusaciones incluyen actividad delictiva de los empleados, bajos niveles de personal que dificultan las respuestas a emergencias, infraestructura en ruinas, la rápida propagación del coronavirus y una mala respuesta a la pandemia, además de decenas de fugas.
La fiscal general adjunta, Lisa Monaco, dijo en un comunicado que la mala conducta del personal a cargo de la prisión, “no será tolerada” en ningún nivel.
Añadió que siguen trabajando para erradicar esta mala conducta.
Quién es Enrique Chávez
Chávez, es un hombre de 49 años originario de Manteca, California.
Está acusado de dos cargos de contacto sexual abusivo, que conlleva una pena máxima de hasta dos años de prisión.
El sujeto comparecerá ante un juez federal en Oakland una vez que regrese a California, lo que no se precisó.
Chávez: el último funcionario de la prisión arrestado
Chávez es el quinto empleado de la prisión de Dublín en ser acusado de abuso sexual de reclusos desde junio pasado.
Otros incluyen al ex director de la prisión y un capellán.
Dos de las personas que han sido detenidas se han declarado culpables hasta el momento.
Revisa el Departamento de Justicia la prisión de Dublín
La acusación de Chávez se produce después de que el Departamento de Justicia y la Oficina de Prisiones convocaran a un grupo de trabajo de 18 altos ejecutivos para visitar Dublín, examinar las condiciones y reunirse con los reclusos y miembros del personal.
En un comunicado, Stephanie Hinds, fiscal federal en San Francisco, dijo que los oficiales penitenciarios “tienen la responsabilidad de confianza de proteger a quienes están bajo su autoridad” y que “abusar sexualmente de los reclusos es una traición a esa responsabilidad y socava un sistema penal justo”.
Craig Fair, el agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en San Francisco, dijo que el arresto de Chávez debería enviar un "mensaje claro de que el FBI investigará y responsabilizará a todas y cada una de las personas que cometan un acto como este, independientemente de su título o autoridad".
“El club de las violaciones”
En enero Associated Press publicó una investigación sobre las denuncias de abuso sexual de las reclusas, quienes conocen a los abusadores como el “club de la violación”.
La investigación reveló una cultura permisiva y tóxica y señaló que durante años se permitieron conductas sexuales inapropiadas por parte de empleados, las cuales han sido encubiertas.
Un caso indica que un supervisor de trabajo en la prisión se burló de una presa comentarle “que comiencen los juegos” y luego asignarla a trabajar con un encargado de mantenimiento a quien ella acusó de violación.
Otro trabajador dijo que quería dejar embarazadas a las reclusas, según esa información.
Las reclusas manifestaron sentir miedo y ansiedad a causa de los abusos y represalias de los encargados de la prisión.
Con información de Associated Press.



























