El drama de la adicción al fentanilo en el barrio de Tenderloin: una realidad impactante que afecta a residentes
Descubre cómo la adicción al fentanilo ha transformado la vida en el barrio de Tenderloin en San Francisco. Conoce la impactante normalización de esta situación por parte de los niños y los desafíos que enfrentan los residentes a diario.
Los crímenes y drogas son el día a día en Tenderloin, por ello, San Francisco intenta mitigar esta situación. No obstante, quienes viven en este vecindario tienen que seguir esquivando las heces humanas, aprender a no ser apuñalados y continuar viendo cómo las personas fuman o se inyectan fentanilo. Pero lo que más les afecta es ver cómo los niños crecen y normalizan este ambiente. Conoce cómo vive la comunidad de Tenderloin, pues se “acogen a Dios porque no sabes con qué te enfrentas”.
Univision 14.
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En el barrio de Tenderloin de San Francisco, la adicción al fentanilo ha creado una dura realidad para sus residentes.
Noticias Univision 14 recorrió entrevistó a varias personas que viven en Tenderloin para mostrar lo que enfrentan a diario.
Dayanna Monroy.
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Uno de los aspectos más impactantes es la normalización de esta situación por parte de los niños. Crecer viendo a personas inyectándose o fumando fentanilo mientras van a la escuela es algo cotidiano para ellos.
Dayanna Monroy.
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Además, presencian cómo sus padres tienen que esquivar heces humanas mientras hacen sus compras o escuchan a otros residentes contar anécdotas de agresiones bajo los efectos de las drogas.
Dayanna Monroy.
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Incluso lo hacen mientras empujan una carriola con sus bebés dentro. Es una escena común que quienes caminan por Tenderloin presencian a diario.
María, una residente de Tenderloin, nos cuenta que presencia a menudo a personas inyectándose drogas. Para ella, esto ya no es una sorpresa, es algo que siempre ocurre. Por esta razón, María tiene su propio toque de queda y evita salir a la calle después de las 8 de la noche.
A pesar de todo, María no quiere abandonar el barrio. Paga $930 dólares por su departamento, algo que sería difícilmente posible en otro vecindario de esta ciudad, una de las más costosas de Estados Unidos para vivir.
Dayanna Monroy.
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En Tenderloin, las personas consumen fentanilo sin ocultarse, frente a todos.
Dayanna Monroy.
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Daniel y Alice son otros redientes de Tenderloin, quienes explican que viven bajo llave y que no convive con nadie, ya que no se siente seguro.
Dayanna Monroy.
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Él dice que constantemente pasa gente por las escaleras de emergencia y que a veces se le quedan viendo.
Dayanna Monroy.
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Asegura que frecuentemente oye que alguien ha sido apuñalado en el barrio.
Dayanna Monroy.
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Vivir en Tenderloin también implica esquivar heces humanas y acostumbrarse al sonido constante de las sirenas. Esta es la realidad que enfrentan los residentes de Tenderloin, donde el fentanilo se ha convertido en su vecino.
Dayanna Monroy.
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El fentanilo es un potente opiáceo sintético que ha causado estragos en el barrio de Tenderloin en San Francisco. Esta droga altamente adictiva ha transformado la vida de los residentes, creando una realidad desgarradora. A plena luz del día, se puede presenciar el consumo de fentanilo en las calles, incluso mientras las personas empujan carriolas con sus bebés. La normalización de esta situación por parte de los niños es especialmente preocupante, ya que crecen presenciando escenas de personas inyectándose o fumando fentanilo en su camino hacia la escuela.
Dayanna Monroy.
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El fentanilo es un potente analgésico opiáceo sintético que se ha convertido en una de las drogas más problemáticas en el barrio de Tenderloin en San Francisco. Conocido por su alta potencia y efectos adictivos, el fentanilo ha causado estragos en la comunidad, afectando tanto a los residentes como a los niños que crecen presenciando su consumo a diario.
Dayanna Monroy.
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Las sobredósis de drogas en los latinos sigue aumentando desde hace años, según un estudio. Durante un recorrido por calles de San Francisco, en donde se sabe que las personas que consumen drogas se reúnen, no hay ningún latino. Al parecer, ellos las consumen a ocultas porque muchos no tienen una situación migratoria en regla que los pondría en riesgo y ser deportados. Los latinos consumen fentanilo, pero muchos no lo saben.