La Casa Blanca contrata nueva firma de arquitectos para el polémico salón de baile de Trump, cuyo costo se disparó a $300 millones

La primera empresa elegida continuará en el proyecto como consultora. Según reportes de medios, el arquitecto inicial tuvo diferencias con el presidente por su deseo de seguir ampliando el tamaño del edificio.

Video Te contamos cómo será y cuánto costará el salón de baile que Trump quiere construir en la Casa Blanca

La Casa Blanca confirmó este jueves la incorporación de una nueva firma de arquitectura al proyecto del polémico nuevo salón de baile planeado por Donald Trump en la residencia presidencial.

El portavoz Davis Ingle afirmó que se necesitaba a la empresa Shalom Baranes, de Washington DC, ahora que la construcción entra en una nueva fase tras tres meses de trabajos.

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Esa firma ha trabajado en propiedades federales en toda la capital estadounidense, incluyendo los edificios del Pentágono y del Tesoro, según su sitio web.

“A medida que iniciamos la transición a la siguiente etapa (...), el gobierno se complace en anunciar que la talentosa firma Shalom Baranes se ha unido al equipo de expertos para hacer realidad la visión del presidente Trump de construir lo que será la mayor ampliación de la Casa Blanca desde la Oficina Oval: el Salón de Baile”, declaró Ingle en un comunicado.

“Shalom es un arquitecto consumado cuyo trabajo ha moldeado la identidad arquitectónica de la capital de nuestra nación durante décadas, y su experiencia será un gran activo para la finalización de este proyecto”, añadió.

La firma que trabajó en el salón de baile durante estos primeros meses, McCrery Architects, también de Washington, continuará en el proyecto como consultora.

Trump tenía fricciones con el responsable de la primera firma de arquitectos, según reportes

Sin embargo, los motivos para relegar a un segundo plano a esta empresa no están del todo claros.

La firma fue escogida en su día por el propio Trump, pese a las dudas que originó desde el principio acerca de si tenía o no capacidad para realizar una obra de esta envergadura.

Según informaron medios como The Washington Post y CNN, Trump y McCrery habían tenido diferencias por el deseo del presidente de seguir ampliando el tamaño del edificio.

Sin embargo, fue la escasa plantilla de la firma y su incapacidad para cumplir con los plazos lo que se convirtió en el factor decisivo para su marcha, según una fuente citada por el periódico.

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De hecho, este mismo medio ya reportó la semana pasada los supuestos enfrentamientos entre el republicano y el arquitecto por el tamaño del proyecto y por sus diferencias entre las normas arquitectónicas y el gusto de Trump por una estética recargada y llamativa.

Según The Washington Post, no está claro si esta firma arquitectónica se retiró voluntariamente del liderazgo del proyecto, pero ambas partes se separaron en buenos términos y continúan así.

Planos públicos tres meses después de iniciar las obras

Will Scharf, nombrado por Trump como presidente de la Comisión Nacional de Planificación de la Capital (la agencia con jurisdicción sobre la construcción y las renovaciones importantes de los edificios gubernamentales en la región), declaró este jueves que sus colegas en la Casa Blanca le informaron que los esperados planos del salón de baile se presentarán en una fecha por determinar de este mes de diciembre.

Esto significa que se darán a conocer unos tres meses después del inicio de la construcción del proyecto.

"Una vez presentados los planos, comenzará realmente el trabajo de esta comisión y su personal profesional", declaró Scharf, quien también es uno de los principales asesores del presidente en la Casa Blanca.

Añadió que el proceso de revisión se desarrollará a un "ritmo normal ".

Scharf ha distinguido entre trabajos de demolición y construcción sobre el suelo, afirmando que la comisión solo tiene jurisdicción sobre esta última.

L. Preston Bryant Jr., expresidente de la comisión durante la presidencia de Barack Obama, declaró a la agencia AP que el proceso de aprobación solía constar de cuatro etapas, incluyendo una consulta inicial cuando el proyecto era conceptual.

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El presupuesto destinado al salón de baile de la Casa Blanca se disparó 150%

Si se construye según lo propuesto, el salón de baile de 90,000 pies cuadrados eclipsaría a la propia Casa Blanca, con casi el doble de su tamaño. El presidente ha afirmado que tendrá capacidad para 999 personas.

El proyecto fue anunciado durante el verano y que se espera esté listo antes de que finalice el mandato de Trump en 2029,

El costo estimado asciende a $300 millones, un aumento considerable respecto a los $200 millones anunciados inicialmente por la Casa Blanca.

Trump afirmó que el salón de baile no costará ni un centavo a los contribuyentes, ya que está financiado con fondos privados por personas que, según él, son "patriotas", por corporaciones estadounidenses y por él mismo. No ha revelado cuánto aportará de su propio dinero.

La Casa Blanca ha publicado una lista de 37 donantes, entre los que se encuentran multimillonarios de criptomonedas, organizaciones benéficas, dueños de equipos deportivos, poderosos financieros, gigantes tecnológicos y tabacaleros, empresas de medios de comunicación, simpatizantes de causas republicanas y algunos vecinos del presidente en Palm Beach, Florida.

Trump lleva mucho tiempo deseando tener un salón de baile en la Casa Blanca y se queja con frecuencia de la incapacidad de sus dos salas más grandes, el Comedor de Estado y el Salón Este, para albergar grandes eventos.

El mes pasado, durante la visita del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, Trump declaró que había dejado a mucha gente molesta al tener que rechazar sus solicitudes para asistir a una cena en el Salón Este en honor del príncipe debido a la falta de espacio.

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"Ojalá tuviéramos unos 2,000 asientos más. Los habríamos llenado dos veces", dijo Trump durante la cena, en alusión al propuesto salón de baile. "Pero muy pronto lo tendrán, y tendremos que hacer otro dentro de unos dos años".

En septiembre, Trump avanzó con los trabajos de preparación del terreno para el salón de baile, pese a la falta de aprobación de la Comisión Nacional de Planificación de la Capital.

En octubre, Trump demolió el Ala Este, donde proponía construir el salón de baile. Desde entonces, los trabajos de preparación del terreno han continuado a diario, con el sonido de la construcción audible en medio del bullicio de la Casa Blanca.

El Ala Este era la base de operaciones tradicional de la primera dama y su personal. Varias otras oficinas de la Casa Blanca también se ubicaban en esa ala. Actualmente, todas trabajan sin espacio en otras partes de la Casa Blanca o en el edificio de oficinas contiguo.

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