SAN ANTONIO; Texas.- Tras agotar las opciones para salvar a su perrito adoptado, esta mujer se convenció de que una eutansia sería lo correcto para él y lo entregó a la veterinaria, solo para, años después, encontrarlo de nuevo vivo y de vuelta en la lista de mascotas listas para ser adoptadas.
Hispana lleva a su perro a refugio para aplicarle la eutanasia; un año después descubre que es dado en adopción
La pesadilla de cualquier rescatista y amante de los perros se conviritió en una realidad para Kristie Pereira, quien tuvo que enfrentarse al shock de saber que su perro nunca fue ‘puesto a dormir’ y que volvió al refugio de donde ella misma lo adoptó, en el 2022.

La pesadilla de cualquier rescatista y amante de los perros se conviritió en una realidad para Kristie Pereira, quien tuvo que enfrentarse al shock de saber que su perro nunca fue ‘puesto a dormir’ y que volvió al refugio de donde ella misma lo adoptó, en el 2022.
Kristie, quien ahora vive en San Antonio, Texas, recuerda cuando, en el 2022, y mientras vivía en Maryland, pagó 450 dólares para adoptar a un cachorrito de 2 meses, en la Fundación de Rescate Lost Dog & Cat.

Beau y Kristie: una amistad que duró poco
Kristie se llevó a casa a un perrito a quien llamó Beau y que se volvió su compañero inseparable.
Sin embargo, en las siguientes semanas se dio cuenta de que algo andaba mal con Beau.
Tras consultar con especialistas, un veterinario le dijo que Beau tenía un problema en el hígado.
Kristie y Beau se fueron a casa con un tratamiento que ‘mejoraría la salud de Beau’, en caso de que su problema principal fuera el hígado.
Pero Beau no mejoró y terminó empeorando.
Beau fue revisado por varios veterinarios y todos concluyeron que su problema era neurológico, ya que además de que no podía controlar sus esfínteres y no le respondían sus patitas traseras.
Los doctores sugirieron a Kristie una serie de pruebas que costarían unos 12 mil dólares y que a pesar del costo, solo había una ligera probabilidad de que arrojaran resultados que ayudaran al diagnóstico de Beau.
Aunque Kristie no había considerado esa opción, fue entonces cuando los doctores sugirieron que quizá la eutanasia era una solución más humana, ya que Beau sufría mucho.
Kristie asegura que todavía esperó un mes más para ver si un milagro le traería mejoría a su mascota, pero no fue así.
Kristie sostiene que todo esto lo consultó también con Lost Dog & Cat, la fundación de rescate de donde obtuvo a Beau.
“Honestamente, después de hablar con ellos fue cuando realmente sentí que estaba haciendo lo correcto al ponerlo a dormir. Ellos realmente me dieron el apoyo y la seguridad de que, aunque es difícil, algunas veces es la mejor opción”, dijo Kristie.
Después de varias noches sin dormir, Kristie llevó a Beau al Servicio Animal de Derwood, en el Condado Montgomery, en Maryland.
Ahí pagó 15 dólares por la eutanasia para Beau.
Debido a sus políticas, el personal del Servicio Animal no le permitió estar con Beau durante la eutanasia.
Años después, Kristie encuentra a Beau vivo y en adopción
Kristie se mudó a San Antonio, pero dos años después y al regresar a Maryland para visitar a su mamá, revisó la página de la misma fundación de rescate, Lost Dog & Cat.
Fue ahí donde volvió a ver a Beau en una fotografía.
El cachorrito estaba más grande, pero tenía las mismas marcas y tenía el mismo nombre que le había dado la fundación antes de que Kristie lo adoptara: Amos Hart, por el personaje del musical de Broadway, ‘Chicago’.
El refugio del Servicio Animal confirmó que el perrito no había sido sacrificado, ya que los veterinarios consideraron que no era necesario.
El Servicio Animal llamó entonces a la fundación Lost Dog & Cat y regresó al cachorrito.
A través de un comunicado, Lost Dog & Cat confirmó que sus veterinarios no hallaron ningún problema neurológico en Beau, pero sí problemas en su hígado, por lo que Beau fue operado gracias a una campaña de donaciones a través de Go Fund Me, y el perrito fue declarado saludable.
Kristie alega que ella no supo nada de esto y dijo que con tal de tener a Beau de vuelta, pagaría los 7 mil dólares de la operación, pero obtuvo una respuesta rotundamente negativa.
“La persona con la que hablé fue sumamente grosera e irrespetuosa y se portó muy mal”, dijo Kristie llorando.
“Me dijo que yo lo había abandonado y que yo lo dejé solo para que muriera, que nunca me importó”, agregó.
¿Qué le pasó al perrito Beau?
A Kristie le dijeron que nunca le regresarían el perrito y la persona de la fundación que la atendió le colgó el teléfono.
El vocero de la fundación Lost Dog & Cat, Chloe Floyd, defendió la postura de no regresarle el perrito a Kristie.
“Lost Dog & Cat Rescue Foundation no regresa una mascota a un dueño que lo entregó con anterioridad”, dice un comunicado.
“Nuestra misión es salvar a los perritos adoptables de la eutanasia”.
La Fundación dijo que sí asistió a Kristie cuando ella acudió a recibir orientación, pero que los trabajadores de la fundación le remarcaron la importancia de acudir a otros veterinarios que le permitieran estar con el perrito durante la eutanasia.
Aseguran que le dijeron que si ella no lograba hacer eso, la organizacion buscaría al perrito y lo obtendría de vuelta.
La Fundación y el Servicio Animal culparon a Kristie por no confirmar, a través de los estudios médicos, que Beau sufría de daño neurológico.
Caroline Hairfield, directora ejecutiva del Servicio de Control Animal del Condado Montgomery, dijo que están obligados a regresar a la fundación a las mascotas que salieron de ahí.
Hasta hoy, Beau permanece disponible pra adopción en la página de Lost Dog and Cat.
Con información de AP

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