En Calaveras Lake, ubicado en el centro de Texas, cientos de peces aparecieron muertos. Personal de CPS Energy, empresa que opera el lago, tomó muestras y aseguró que una baja de oxígeno disuelto sería la causa, pero un artículo de una organización ambiental de 2022 señaló a esta planta como una de las más contaminantes en EEUU.