TAMPA, Florida.- Con rosarios en mano, ramos de rosas y veladoras encendidas, decenas de fieles católicos se congregaron este viernes en la zona de Dover, para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe. Aunque organizadores reconocieron que la asistencia fue menor en comparación con años anteriores, la comunidad aseguró que la fe continúa siendo el motor que mantiene viva esta tradición mexicana.
Tampa honra a la Virgen de Guadalupe pese a baja asistencia este 12 de diciembre
Devotos expresaron agradecimientos personales y pidieron en sus oraciones mejoras en la situación migratoria de la comunidad.

“ Veneramos a la Virgen de Guadalupe”, expresó una devota al inicio de la celebración, reflejando el ambiente de recogimiento que acompañó las primeras horas del día. Desde la madrugada, familias provenientes de distintas partes del área de Tampa acudieron a las actividades religiosas para agradecer los favores recibidos y pedir nuevas bendiciones.
Entre ellas estuvo Exaltación, una madre mexicana que compartió la razón detrás de su asistencia. “Yo vine de México y le pedía a la Virgen de Guadalupe que me dejara llegar aquí a este lugar, que me protegiera… Tengo siete hijos, aquí los tengo”, relató. Su historia, marcada por la migración y la búsqueda de mejores oportunidades, resonó entre otros asistentes que también llegaron para dar gracias.
Los organizadores explicaron que, aunque este año hubo menos participantes, el ánimo y el compromiso con la tradición permanecen firmes. Beatriz, una de las responsables del evento, señaló que parte del objetivo es mantener vivas las costumbres que identifican a la comunidad mexicana en el extranjero. “ Más que nada festejar a nuestra patrona… y que no se olviden las costumbres de donde somos. El año pasado hubo más gente”, dijo.
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Durante el recorrido, una de las carretas utilizadas en la festividad destacó por su elaboración y decoración. Doña Rosy, conocida por ser la encargada de arreglar la imagen de la Virgen cada año, habló brevemente sobre la labor que realiza a pesar de los momentos difíciles que enfrenta. “No soy pintora profesional, pero me dedico a restaurar imágenes, hago cuadros, frutas... entonces ella estaba deteriorada por el tiempo, pero desafortunadamente no toda la gente ha venido por la situación que hemos estado viviendo, así que está un poquito triste”, comentó, sin dejar de lado su dedicación al arreglo de la “Morenita”.
Este año, las oraciones y peticiones estuvieron marcadas por un sentimiento común: la esperanza de una mejoría en la situación migratoria de miles de mexicanos e hispanos que residen en Estados Unidos. Entre la nostalgia, la preocupación y la incertidumbre, la celebración se convirtió en un espacio para buscar consuelo espiritual.
A pesar de la menor asistencia y de las dificultades que atraviesa la comunidad, la devoción hacia la Virgen de Guadalupe se mantuvo intacta, iluminando la mañana del 12 de diciembre y reforzando una tradición profundamente arraigada en el corazón de los fieles en la Bahía de Tampa.




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