Sacramento, CA. - Efraín Santos Aparicio es originario de Tarecuato, Michoacán; lleva 12 años trabajando con la compañía que lleva el espectáculo de feria por el país. Un oficio que lo aleja durante 11 meses de su familia, pero que le ha permitido ofrecerles una mejor vida en México.
Efraín viaja junto a la feria para darle una mejor vida a su familia en México
Efraín Santos recorre el país junto a feria durante 11 meses al año, alejado de casa, pero este sacrificio le ha permitido construir un patrimonio para los suyos en México.


“Estoy bien orgulloso de trabajar con estos compañeros. Me gusta cocinar, me gusta sacar adelante mi ‘jale’ (sic) […] para que tanto uno, como el patrón estemos contentos”, cuenta Efraín en entrevista para Univision 19, mientras alista el puesto de comida que opera en la Feria Estatal.
Asegura que “así cuando se enamora de una mujer, así me enamoré con este trabajo”. Ese amor le ha permitido conocer parte del país en un recorrido que inicia en enero en Nuevo Laredo, Tamaulipas, México, para después cruzar hacia Estados Unidos.
El espectáculo itinerante lo lleva a lugares como San Antonio, Texas; Phoenix, Arizona; Las Vegas, Nevada; Seattle, Washington y actualmente Sacramento, California. “Es una gira grande y se acaba en noviembre. Y ya tenemos que a ver a la familia”.
Sacrificio por su familia
Efraín reconoce la dificultad de estar lejos de casa. “Está difícil, pero también tenemos que hacer un sacrificio para lograr después lo que uno desea. En México está bien escaso el trabajo”. Este Sacrificio, le ha permitido ampliar y mejorar su patrimonio en su país.
“Cuando todavía no venía para acá, pues tenía una casa pequeña. Una casa casi de pura madera, una casa chiquita. Tenía tapada de pura lámina de cartón, goteaba como coladera. No había mucho dinero para tapar mi casita”, recuerda.
“Gracias a Dios ya lo bardeé. Tenía una cocina de pura madera, ahorita ya hice una cocina de material. La casa ya la tengo de materia, ya me aventé de dos pisos. Ya la casa está todo arreglado. Bendito Dios ya estamos dando otro paso más a como estábamos antes”.

Una gran oportunidad
A pesar de ver los frutos de su esfuerzo de tantos años, no deja de ser difícil estar alejado de su familia. “Hay a veces que mis hijos me dicen: ‘papi, cuándo vas a venir, te extrañamos mucho; queremos jugar con usted’ y la verdad no se puede”.
Pero reconoce que es algo que pocos pueden lograr. “Es un sacrificio andar aquí. Es una oportunidad y no hay que perderla. Cuánta gente no quisiera tener esta oportunidad y no la tiene. Sería un tonto si llego a desperdiciar esta oportunidad.”























