Piden a FEMA y al Gobierno de Puerto Rico ayuda para iglesias dañadas tras María

La Coalición sostiene que las iglesias de Puerto Rico han sido una fuerza de trabajo a favor de la educación, en el desarrollo de escuelas y universidades, en la rehabilitación de adicciones y en respuesta ante los desastres naturales, no sólo en Puerto Rico, sino en todos los lugares del mundo.

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La Coalición Religiosa María 2017, compuesta por 3,000 iglesias y 300,000 feligreses, pidió a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y al Gobierno de Puerto Rico que ayuden a las iglesias dañadas por el huracán María.

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Russel Honoré, quién fue el comandante del Grupo Conjunto para Katrina y responsable de coordinar los esfuerzos militares en la región tras el evento atmosférico, tras reunirse con un grupo de más de 100 pastores y líderes religiosos, explicó la importancia de que el Gobierno local y el federal establezcan como prioridad la reparación de las iglesias afectadas, ya que estas a su vez ayudan a la ciudadanía en su recuperación.

Por su parte, Iván Casals, portavoz de la Coalición Religiosa María 2017, solicitó auxilio a la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, para que intervenga en la situación de crisis que sufren las iglesias y cientos de sus feligreses que aún no cuentan con un techo seguro.

Casals afirmó que es importante que el Gobierno local y federal atiendan los reclamos de estas iglesias en relación con los daños del huracán María.

"Necesitamos que el Gobierno local y Fema cumplan con el compromiso de ejecutar un proceso prioritario para atender las reclamaciones completadas por las iglesias en áreas de acelerar el proceso de reparación de estas facilidades que le dan servicios directos al pueblo. Nuestra intención es tener la capacidad de poder ayudar al Pueblo", sostuvo Casals.

Casals, explicó que es lamentable porque "las iglesias jugaron un papel importante en los desastres desde refugios hasta centros de ayuda luego del huracán", dijo.

La Coalición sostiene que las iglesias de Puerto Rico han sido una fuerza de trabajo a favor de la educación, en el desarrollo de escuelas y universidades, en la rehabilitación de adicciones y en respuesta ante los desastres naturales, no sólo en Puerto Rico, sino en todos los lugares del mundo.

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