Suspensión del programa SNAP amenaza a 272 mil personas vulnerables en El Bronx

NUEVA YORK. – El cierre temporal del gobierno federal amenaza con agravar la crisis alimentaria en El Bronx, donde más de 272 mil personas dependen del programa SNAP para cubrir sus necesidades básicas de alimentación.

A partir del sábado 1 de noviembre, los fondos federales destinados a este programa serán suspendidos, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de miles de hogares en uno de los condados más pobres del país.

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En las calles del Bronx ya se percibe la preocupación: los centros comunitarios que reparten alimentos reportan un aumento constante de familias buscando asistencia antes de que los vales de comida dejen de funcionar.

En lugares como el centro World of Life Christian Fellowship, donde cada semana se reparten alimentos a cerca de 5 mil familias, la alarma crece ante la posibilidad de que los recursos no alcancen.

“La gente se está poniendo en la línea desde temprano. Es desgarrador tener que decirle a la gente que sólo hay apoyo para las primeras 500 personas”, explicó Rosy Paulino, una de las coordinadoras del centro.

Piden a Trump recurrir al fondo de emergencia

Para muchas familias, el SNAP es un salvavidas indispensable. Samantha, madre soltera que vive en el sur del Bronx, relató que sin este apoyo quedaría “en el limbo”, pues sus ingresos no son suficientes para alimentar a sus hijos.

El congresista demócrata Richard Torres, representante del distrito, criticó duramente a la administración Trump, argumentando que existen fondos de emergencia que podrían ser utilizados para mantener activo el programa.

“Los 30 millones que aportará el Estado sí hacen una diferencia, pero solo mantendrán el programa por unas semanas. No hay sustituto para los fondos federales. Y Trump tiene 5 mil millones en un fondo de emergencia”, subrayó.

Los bancos de alimentos y organizaciones comunitarias temen que la suspensión de los fondos federales provoque un efecto dominó: si las familias que dependen del SNAP dejan de recibir ayuda, miles más acudirán a los centros de comida gratuita, desbordando su capacidad operativa.

En vecindarios donde la inseguridad alimentaria ya es una realidad cotidiana, la incertidumbre se extiende. Las filas frente a los centros de ayuda se alargan cada día más, y muchos se preguntan cuántos días durarán los fondos estatales antes de que la crisis alcance su punto más crítico.

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