En un año lleno de desconfianza y discordia sobre la respuesta a la pandemia de COVID-19 en curso y la protesta por las elecciones presidenciales de 2020, una cosa no cambió: los legisladores de Pensilvania aún lograron aprobar una buena cantidad de nombres de carreteras y puentes. Pero también elaboraron nuevas leyes que pueden afectar su vida de alguna manera.