Encontrar perlas en bivalvos comestibles como almejas, mejillones y ostras es extremadamente raro. Solo una de cada 10.000 ostras crudas tiene una perla en su interior. La perla de 8,8 milímetros podría valer miles, pero no hay planes para su venta. En cambio, se convertirá en una pieza de joyería para conmemorar la ocasión.