Después de que un noticiero local de Florida tuviera que suspender sus operaciones por una falsa amenaza de bomba, autoridades explicaron que amenazar o informar de manera engañosa sobre la presencia de explosivos es un delito serio que puede representar hasta 15 años de cárcel para quien haga la advertencia, además del pago por los costos y daños a las agencias de la ley.