Muchos de los afectados aseguran que, cada que sube el precio del galón, es una pérdida más para ellos debido a que deben invertir más dinero para llenar el tanque de gasolina y poder llegar a sus destinos. Además, aseguran que la inflación también ha afectado a los clientes y por eso ellos han dejado de recibir propinas, situación que pone en aprietos la economía de sus hogares.