Jóvenes detenidos descubren que estudiar en línea puede costarles más tiempo en prisión

Jóvenes en detención de Florida enfrentan más retrasos y frustración con clases solo en línea. La falta de maestros presenciales dificulta el aprendizaje y provoca problemas de conducta.

Video El papel de la tecnología en este regreso a clases: ¿Hasta dónde es prudente su uso?

ORLANDO, Florida.- Más de mil jóvenes que cumplen condenas en centros de detención juvenil a largo plazo reciben desde 2024 educación que se imparte únicamente en formato virtual, pero una investigación de AP revela que la medida ha tenido consecuencias negativas para muchos estudiantes y, en algunos casos, ha prolongado el tiempo que pasan detenidos.

El programa, administrado por Florida Virtual School (FVS), buscaba unificar la calidad académica y permitir que los adolescentes continuaran estudiando en línea después de su liberación. Sin embargo, el cambio ignoró una advertencia conocida: durante la pandemia quedó claro que la educación virtual fue difícil para numerosos alumnos.

PUBLICIDAD

En el caso de los menores privados de libertad, las dificultades se han multiplicado. Antes, los centros contaban con maestros presenciales para cada materia. Ahora, la supervisión en el aula está a cargo de personal que vigila el orden, pero que no puede responder preguntas académicas. Los docentes en línea, por su parte, suelen tardar en responder o no ofrecen el apoyo necesario.

En cartas enviadas a legisladores estatales, varios adolescentes describieron su frustración: “Intento hacer mi trabajo para no meterme en problemas, pero no entiendo las tareas y no me ayudan en persona”, escribió uno de ellos. Otro afirmó: “Mis maestros por Zoom nunca me responden. Creen que somos estudiantes normales. Muchos de nosotros ni siquiera entendemos lo que estamos viendo”.

La falta de ayuda no solo afecta su aprendizaje, sino que también ha generado problemas de conducta. En estos centros, las sanciones por mal comportamiento pueden alargar la estancia. Esto ocurre cuando, por ejemplo, se suspende temporalmente el avance hacia la liberación o se envía al menor a otro centro para enfrentar nuevos cargos, lo que reinicia su condena.

La tecnología por sí sola no garantiza el derecho a la educación en prisiones juveniles de Florida

Un caso documentado por AP es el de un joven que, al no poder aprobar un examen de matemáticas y sin recibir asistencia, lanzó un escritorio contra la pared. Esto le costó varios días más en el centro. Otro adolescente rompió tres computadoras portátiles en momentos de enojo; su condena inicial de seis a nueve meses por robar una tienda de vapeo se extendió a más de dos años.

PUBLICIDAD

Las cifras oficiales indican que, en junio de 2025, había 1,388 jóvenes en detención a largo plazo en Florida, un aumento de 177 desde julio de 2024, cuando empezó el modelo virtual. El Departamento de Justicia Juvenil afirma que este crecimiento no está necesariamente relacionado con la educación en línea, aunque reconoce que el aumento existe.

Uno de los argumentos para implantar el sistema era facilitar la continuidad escolar después de la liberación, evitando las trabas de volver a las escuelas públicas. Sin embargo, esto no siempre sucede.

Un estudiante fue rechazado en su escuela local por ser demasiado mayor para su grado. Sus padres intentaron inscribirlo en FVS, pero les dijeron que era tarde para el ciclo escolar.

Aunque la institución asegura contar con personal especializado para ayudar en la transición, la familia asegura que nunca recibió orientación ni información sobre una versión especial del programa que les habría permitido retomar las clases donde las dejó.

Te podría interesar: