El establecimiento abrió sus puertas en la tarde de este sábado, horas después de que se registrara una balacera en el piso de comidas que dejó a dos hombres heridos, quienes se encuentran bajo custodia por presunta actividad de pandillas. Aunque no es el flujo regular para un sábado, los compradores entran y salen de las tiendas, algunos con temor.