Se retrasa el controvertido plan de cobro de tarifas por congestión a quienes ingresan a Manhattan

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha pospuesto indefinidamente la implementación del plan de peajes para el centro de Manhattan, destinado a financiar el transporte público y reducir el tráfico. La decisión ha generado fuertes críticas por parte de defensores del transporte, que ven en ello un golpe a los esfuerzos ambientales y financieros de la ciudad.

Video Postergan fecha de inicio para el cobro de tarifas por congestión en Nueva York

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció el miércoles la suspensión indefinida del plan el cobro de la tarifa por congestión a los automovilistas que ingresen al centro de Manhattan, 25 días antes de la fecha prevista para el lanzamiento del primer sistema de “precios por congestión” en Estados Unidos. La fecha programada para el inicio del cobro era el 30 de junio.

"Después de una cuidadosa consideración, he llegado a la conclusión de que implementar el sistema planificado de cobro de tarifa por congestión corre el riesgo de tener demasiadas consecuencias no deseadas”, declaró la gobernadora. "He ordenado a la MTA detener indefinidamente el programa”, aseguró Hochul.

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Este programa, que ha estado en desarrollo durante años, tenía como objetivo recaudar miles de millones de dólares para el sistema de metro y trenes de cercanías de Nueva York, al mismo tiempo que buscaba reducir los atascos y la contaminación en las calles de la ciudad.

En una declaración en video pregrabada, Hochul expresó que había tomado la “difícil decisión” de detener la implementación del sistema debido a las posibles consecuencias no deseadas en la actual situación económica.

Argumentó que la recuperación económica de la ciudad después de la pandemia de COVID-19 sigue siendo frágil y que el peaje propuesto sería una carga financiera adicional para los neoyorquinos que ya luchan contra la inflación.

“Un cargo de $15 puede no parecer mucho para alguien con medios, pero puede arruinar el presupuesto de un hogar trabajador o de clase media”, explicó Hochul. “Esto ejerce presión sobre las mismas personas que hacen funcionar esta ciudad”.

Hasta hace poco, Hochul había sido una firme defensora del programa, elogiándolo incluso dos semanas atrás y desestimando la “reacción violenta de los conductores acomodados en sus costumbres” que se oponían a la implementación.

Los defensores del transporte han lamentado ampliamente este cambio de opinión, calificándolo de traición a una iniciativa ambiental clave del estado. Kate Slevin, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación del Plan Regional, expresó que la medida “dañaría a millones de usuarios del transporte público que dependen de las mejoras y obstaculizaría el éxito económico de nuestra región en general”.

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Este es el plan de cobro por tarifas de congestión

El plan de peajes requería que los conductores de vehículos de pasajeros pagaran al menos $15 para ingresar a Manhattan al sur de la calle 60, con tarifas más altas para vehículos más grandes. Estas tarifas se sumarían a los ya elevados peajes por el uso de puentes y túneles para ingresar a Manhattan. L os costos diarios de estacionamiento en esta zona de congestión, que abarca una docena de vecindarios en Manhattan, ya oscilan entre $25 y $50.

La MTA (Autoridad Metropolitana de Transporte, por sus siglas en inglés) había invertido decenas de millones de dólares en la instalación de cámaras, sensores, lectores de matrículas y otros equipos en preparación para el lanzamiento del plan. Sin embargo, la medida provocó una creciente oposición y varias demandas por parte de conductores suburbanos y algunos funcionarios locales preocupados por el impacto en los viajeros. El expresidente Donald Trump calificó el plan como un “desastre”.

La legislatura estatal aprobó los peajes en 2019, con el objetivo de recaudar mil millones de dólares anuales para financiar los sistemas públicos de metro y autobús que transportan a 4 millones de pasajeros diarios en la ciudad. El plan también estableció los límites de la zona de congestión, cubriendo la parte más concurrida de la ciudad, y redujo las propuestas iniciales que incluían el área hasta la calle 86. La pandemia y la falta de regulación federal paralizaron el proyecto.

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Los peajes variarán según la hora del día y el tamaño del vehículo, d esde $1,75 para motocicletas que crucen durante la noche hasta $36 para autobuses turísticos y camiones con remolques durante el día.

Los visitantes sin E-ZPasses, un dispositivo que recopila información de peaje de forma remota, pagarán más. Al igual que en los puentes, se espera que los lectores de matrículas identifiquen a otros conductores para poder facturarlos por correo.

Los taxis cobrarán a los pasajeros $1,25 por viaje que toque la zona de congestión, mientras que los viajes basados en aplicaciones cobrarán $2,50.

La votación en marzo siguió a dos meses de comentarios públicos en los que más de 100 categorías de conductores pidieron estar exentos de los peajes.

Estos grupos iban desde pequeños colectivos, como los que tenían matrículas diplomáticas, hasta grandes grupos, como los residentes de los estados vecinos de Nueva Jersey y Connecticut.

No obstante, los mil millones de dólares en ingresos por peajes exigidos por la ley estatal significaron que eliminar los cargos para un grupo aumentaría el precio para todos los demás, por lo que la mayoría de las solicitudes de excepciones no fueron concedidas.

Sobrevivieron algunas excepciones, incluido un pase gratuito para vehículos de emergencia, vehículos urbanos especializados y autobuses con rutas públicas regulares o contratos escolares de la ciudad. Los vehículos que transportan personas discapacitadas y ciertos viajeros de bajos ingresos también obtendrán un pase. Los conductores de bajos ingresos serán elegibles para descuentos y créditos fiscales.

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Nueva York se convertirá en la primera ciudad estadounidense en implementar un plan de precios por congestión. Este tipo de planes ya se han implementado en Londres, Estocolmo, Milán y Singapur. En 2017, los funcionarios de Virginia implementaron un sistema de peaje para reducir la congestión durante las horas pico en la Interestatal 66, cerca de Washington, DC.

Los miembros de la junta de la MTA, responsables de supervisar la agencia de tránsito, se mostraron sorprendidos por el anuncio de Hochul. “Estoy en shock”, dijo Andrew Albert, miembro de la junta directiva. ”No tendremos nuevos autobuses, nuevos vagones de metro ni nuevas señales. Es una traición a los millones y millones de personas a quienes esto habría ayudado”.

Con información de AP

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