Mavelline Figueroa Díaz, madre de Lexialiandra Rodríguez, por fin pudo dormir esta semana. Tras casi dos meses de la desaparición de su hija, en su vivienda en Highland Park, Nueva Jersey, la joven ya está en casa.
Sana y salva: regresa a casa Lexialiandra Rodríguez, joven que había desaparecido desde junio en Nueva Jersey
Tras casi dos meses llorando y orando de rodillas por su regreso, la madre de Lexialiandra puede sonreír, por fin, gracias a que la joven está “sana y salva”.
Video Se busca a Lexialiandra Rodríguez, joven de 16 años que desapareció en su casa
En julio, la familia de Lexialiandra contactó al equipo digital de Univision 41 para pedir apoyo en localizar a la joven de 16 años, a quien en ese momento describieron como una joven de buena conducta, que mantiene buenas calificaciones y quien no tenía malas amistades, ni novios.
La Policía de Highland Park y organizaciones que buscan a niños desaparecidos distribuyeron boletines con el rostro de Lexialiandra, pero no daba rastros de vida. “No puedo dormir, solo llorar”, dijo su madre un mes después a Univision 41, indicando que de rodillas estaba pidiéndole a Dios por su regreso.
Madre de Lexialiandra recupera la sonrisa
Afortunadamente, el mensaje ahora es muy distinto: “¡Por fin puedo sonreír! ¡Es como si hubiera vuelto a la vida!”, dijo Figueroa a Univision 41.
La joven regresó a su casa el 12 de septiembre por la noche: “Yo estaba lavando los trastos”, dice su madre, “alguien tocó la puerta, y cuando veo a alguien caminando de lado, y pregunto ¿es Lexialiandra? Veo que es ella. La abracé fuertemente y comencé a llorar de alegría. Me puse feliz y contenta. Le conté que no podía tener paz hasta que no la viera de regreso”.
Lo que fue de la joven durante estos dos meses sigue siendo un misterio, y su madre no quiere entrar en detalles: “Con que esté en casa, sana y salva, estoy feliz. Lo importante es que esté en casa”.
Mavelline Figueroa Díaz, dice que está muy agradecida con Dios, con el equipo digital de Univision 41 y con todas las personas que no fueron indiferentes a su angustia y se novelizaron para esparcir la voz, y lograr así que su hija regrese a casa. “Está bien. No tengo nada más que decir. Con eso me quedo: con que mi hija está bien, y eso me hace feliz”.
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