La prueba, que comienza este lunes y se extiende hasta el próximo 29 de octubre, consiste en la aspersión de gases no tóxicos en 120 estaciones del subway, además de algunos sitios al aire libre. Las autoridades han aclarado que se trata de un producto que no es peligroso para la salud y que se instalarán letreros advirtiendo sobre esta actividad para evitar el pánico.