¿Qué pueden hacer las ciudades santuario para defenderse de Trump?

Estamos recién en los primeros días post elección y todavía parece ser difícil saber cómo el presidente electo gobernará cuando tome el poder en enero. En el poco tiempo desde que fue elegido, ya ha parecido empezar a diluir algunas de sus promesas más extremas sobre el sistema de atención médica y el muro en la frontera con México. Pero también ha contratado a un nacionalista blanco como su estratega jefe en la Casa Blanca, y parece estar decidido sobre su política de deportar unos tres millones de inmigrantes indocumentados (el número más alto en historia, aunque es más bajo que su promesa original de 11 millones).

Mientras todos están expectantes en conocer exactamente cuántas de sus políticas extremas Trump va a cumplir, algunos gobiernos estatales y municipales se están preparando para la que podría ser una pelea muy desagradable, especialmente con respecto a la aplicación local de leyes federales de inmigración. Durante su campaña en septiembre, el candidato Trump amenazó a las llamadas ‘ciudades santuario’ (aquellas que se rehúsan a ser parte de la aplicación de leyes federales de inmigración). Trump dijo que, si siguen es estas políticas, su administración no dudaría en cortar financiamiento federal a estas municipalidades. Esto podría ser un duro golpe para estas ciudades: en San Francisco, por ejemplo, líderes de la ciudad calculan que reciben unos mil millones de dólares del gobierno federal cada año. Perder esa cifra puede ser desastroso para algunas ciudades y definitivamente implicará cambiar el presupuesto de todas.

Varias ciudades a través todo el país han defendido sus políticas de santuario en los días después del triunfo de Trump, manteniendo sus posiciones a favor de inmigrantes. Pero todavía no está claro exactamente cómo se pueden defender de las tácticas de Trump, especialmente su amenaza a cortar fondos federales. También es difícil saber exáctamente qué puede hacer Trump para castigarlas dentro de la ley. CityLab Latino habló con Omar Jadwat, un experto y abogado de la Unión de Libertades Civiles de América (ACLU, por sus siglas en inglés) para saber más sobre este tema.

CityLab Latino: Trump ha amenazado cortar financiamiento federal a ciudades santuario. ¿Exactamente cuáles fondos pueden estar en peligro si concreta esta medida? ¿Hasta qué punto puede afectar a los servicios de la ciudad?

Omar Jadwat: Esa es una pregunta que todos estamos tratando de contestar. La manera en que ciudades reciben fondos federales es muy complicada. Los reciben por muchos lados, de muchas agencias y mucho dinero también se filtra desde los estados primero y luego llega a las ciudades. Por lo que yo entiendo, cada camino está gobernado por sus propias reglas y leyes. Yo definitivamente no conozco ninguna teoría legal que te daría la habilidad de parar todos los fondos federales antes de que lleguen a una ciudad santuario. Supongo que lo que ha amenazado Trump es una abreviatura de algo mucho menos amplio de lo que creemos, pero lo digo sin realmente saber cuál es la política que va a implementar.

Cuando este tema ha surgido antes en el congreso, se ha tratado de los subsidios Byrne-JAG y otras becas específicas que requieren que la municipalidad pruebe que está siguiendo todas las leyes federales. Quizás Trump tratará de retener esos fondos específicos, pero aún va a ser difícil porque [muchos abogados argumentan que] las políticas de estas ciudades no son ilegales. Por cierto, es el gobierno federal el que está enfrentando violaciones de la constitución [con sus políticas que detienen a personas sin autorización de un corte]. Las ciudades no quieren participar porque estas políticas tienen graves problemas constitucionales. Si hay algún intento de seguir esta medida [por parte de Trump], estos son los tipos de conversaciones que vamos a tener: ¿sobre qué base puede hacer esto? ¿Qué hay en las leyes de las becas lo autoriza quitarlas sobre este base?

Varias ciudades por todo el país han prometido que van a mantener sus políticas de ciudad santuario a pesar de las amenazas de Trump. ¿Qué pueden hacer para evitar un bloqueo de fondos sin cambiar sus políticas? ¿Qué pueden hacer si pierden fondos importantes?

Sin saber exactamente qué va a ser el plan, no es tan claro qué podemos hacer para pelear contra ello. Pero, en mi opinión, no hay ninguna razón por sospechar que necesitaremos cambiar nada. [Las ciudades] están siguiendo la ley federal, están ejercitando sus derechos bajo la Enmienda 10. Es enteramente posible que no haya ninguna base legal para que el gobierno federal haga algo como esto… Claro, lo digo sin saber exactamente de qué se tratará esta política. Pero yo no supongo que hay un base legal a retener estos fondos.

Como un abogado, es difícil hablar de estas cosas en el abstracto. Pero generalmente diría que vamos a tener recursos legales y oportunidades en corte para pelear estas políticas. Y luego también porque serán políticas que quitan fondos que benefician todos en la ciudad, yo también creo que presión política puede jugar un rol.

¿Puede pagar Trump políticamente por retener fondos de esta manera?

Sí, en el sentido de que malas políticas siempre tienen un costo político. Y yo creo que tenemos que tener en mente cuáles realmente serán las prioridades de Trump y su administración. Él es de Nueva York. Nueva York tiene políticas amigables para los inmigrantes. Es una ciudad santuario. ¿Va a retener fondos federales que benefician la salud y la seguridad de ciudadanos de esta ciudad porque no quieren quebrar las reglas de la constitución? Las ciudades santuario no intervienen en el trabajo del gobierno federal y la idea que castigaría a toda esta gente porque la municipalidad ha decidido tomar esta posición sobre la inmigración es algo realmente difícil de creer.

¿Y las ciudades? ¿Cuál será el costo político de continuar con sus medidas de santuario aunque pierdan fondos?

Obviamente, estas ciudades han aplicado estas leyes porque están respondiendo a las necesidades de su ciudadanía. Esa es la razón porque toman este tipo de decisión, junto con el deseo de ser fiel a las reglas de la constitución. Y esa es una respuesta muy fuerte a las críticas que les pueden dar y pueden minimizar presión política.