Hay tantos pacientes de coronavirus recibiendo tratamiento respiratorio en el Hospital Elmhurst que los tanques de oxígeno del centro se están congelando al trabajar a su máxima capacidad.
Tanques de oxígeno en el Hospital Elmhurst se agotan rápidamente por exceso de pacientes con coronavirus
El hospital de Queens está lleno de pacientes con covid-19 y, tantos están usando los respiradores artificiales, que los tanques de oxígeno se están congelando al trabajar a su máxima capacidad.

El viernes por la mañana, gruesas pilas de hielo cubrieron el área que rodea los enormes tanques de oxígeno en la esquina noreste del hospital. Univision 41 Investiga observó cómo dos empleados usaron una manguera de presión y una pala para limpiar el área cercada.
Estos tanques de oxígeno se cubren naturalmente con algo de hielo debido a la condensación, dado que el interior del tanque está congelado. Pero los empleados dijeron que los tanques nunca se congelan tanto.
Es una de las muchas señales en las afueras del hospital de la ciudad de Queens de que la propagación del coronavirus está ejerciendo una presión sin precedentes en el sistema de salud, y pronto lo superará.
NYC Health + Hospitals/Elmhurst es el centro de salud más afectado de la ciudad en este momento. Funcionarios del gobierno municipal reconocieron que 13 personas infectadas con el coronavirus murieron en un período de 24 horas el miércoles pasado.
La ciudad de Nueva York es el epicentro de la pandemia que ha llegado a los Estados Unidos, y Queens es el distrito con más contagiados reportados de la ciudad. Hasta el 27 de marzo a las 8:30 de la mañana, 124 personas han muerto de coronavirus en Queens, un tercio del total de muertes de la ciudad.
Pero 25,573 han sido diagnosticadas con la enfermedad en la ciudad, el alcalde dijo durante su conferencia de prensa del viernes. Y el número sigue duplicándose cada pocos días.
Afuera del centro de trauma del hospital, 69 personas con mascarillas hacían fila esperando entrar a la carpa especial del hospital con la esperanza de que les hicieran la prueba del coronavirus. Cada uno de ellos estaba a varios pies de distancia, practicando el "distanciamiento social" que tantos funcionarios del gobierno siguen aconsejando es una de las mejores maneras de combatir esta pandemia.
Los empleados del hospital que salían del turno de noche parecían exhaustos al volver a casa, algunos aún con sus mascarillas. Un par de guantes de látex desechados fueron dejados en la acera de enfrente.
Un empleado del hospital, que pidió permanecer anonimo, habló con Univisión 41 Investiga en su camino al trabajo.
"Todo está muy mal", dijo, sacudiendo la cabeza.








