La dueña de la guardería 'Divino Niño' del Bronx, donde murió un niño de 21 meses por una sobredosis de fentanilo, y un hombre que vivía en el lugar enfrentan cargos federales que podrían significar penas de cadena perpetua por estar al frente de una operación de distribución de drogas.
Dueña de guardería borró 21 mil mensajes e hizo 3 llamadas previas antes de reportar la emergencia al 911
La dueña de la guardería Divino Niño en el Bronx, donde murió un bebé por sobredosis, hizo tres llamadas previas antes de reportar la emergencia al 911. Las autoridades hallaron fentanilo debajo de una colchoneta en la que los niños dormían la siesta.

"La conducta de los acusados es imperdonable, inadmisible y por eso están bajo custodia federal", declaró el fiscal Damian Williams.
Se refiere a Grei Méndez, dueña de la guardería y Carlisto Acevedo Brito, primo del esposo y que vivía rentado en el lugar. A ambos se les acusa de 11 cargos criminales que incluyen asesinato, homicidio involuntario y agresión.
Los investigadores de la policía de Nueva York consiguieron un kilogramo de fentanilo bajo una de las colchonetas en las que dormían la siesta los niños.
La propietaria de la guardería Divino Niño, Grei Méndez, de 36 años, quien quedó detenida desde el mismo viernes cuando ocurrió la tragedia, afirma que no tenía conocimiento de la presencia de la droga, valorada en varios miles de dólares.
Guardería fue inspeccionada antes
Mientras se conocía el inquietante hallazgo, el alcalde Eric Adams y funcionarios de su gobierno defendieron el programa de supervisión de guarderías. "El equipo hizo su trabajo", recalcó el alcalde.
La guardería Divino Niño, en efecto, había sido inspeccionada por última vez por funcionarios del Departamento de Salud e Higiene Mental el 9 de septiembre, al realizar una visita sorpresa, sin aviso previo.
Ashwin Vasan, comisario de Sanidad de la ciudad, declaró que los inspectores comprobaron que la guardería cumplía plenamente una lista de comprobación de 40 puntos y señalaron que "todos los medicamentos y sustancias tóxicas" se "utilizaban y almacenaban de forma que no se creara ningún peligro" y que "los artículos venenosos, tóxicos, inflamables y peligrosos eran inaccesibles para los niños".
Vasan destacó que la búsqueda de drogas no es la práctica habitual de los inspectores, quienes no están capacitados para ello, pero "quizá haya que empezar".
El padre del niño fallecido exige justicia
El niño de un año que murió en la guardería se llamaba Nicholas Dominici.
Los hospitalizados por la exposición al fentanilo son dos niños de 2 años y una niña de 8 meses. Uno de ellos respondió al Narcan, la marca comercial de la sustancia activa naloxona, utilizada para tratar sobredosis de drogas.
El padre de Nicholas, Otoniel Feliz, declaró devastado a Univision 41 (Nueva York), que su pequeño "miraba por la ventana para ver el cielo, era un niño feliz y sabía contar del 1 al 10".
Nicholas apenas llevaba una semana asistiendo a la guardería. "Lo buscamos a través de una homepage (la guardería), que se supone que ellos se aseguran de que es un buen lugar para niños (.. .) En qué mente cabe que vas a mezclar narcóticos con niños, es algo horrible", declaró su padre.
Otoniel Feliz dijo que "sean culpables ellos (los detenidos) o no, el verdadero culpable sabe que tiene que pagar".
El fentanilo es una potente droga opiácea sintética extremadamente peligrosa fuera del ámbito clínico, advierte el Departamento de Policía de Nueva York.
Las autoridades todavía están determinando cómo se pudieron intoxicar los menores, "por inhalación, ingestión o contacto con la piel", refirió el comisionado Vasan.
















