A la señora Ángela, conocida como la abuela, le encanta cocinar. Durante décadas preparó sus manjares en una estufa de gas, pero una fuga la hizo terminar en el hospital.
Cambiar las estufas de gas para evitar problemas de salud
Remover la estufa de gas de una casa puede reducir en 35% los niveles de dióxido de nitrógeno que causa el asma, afirma una organización que tiene un plan piloto para ayudar a las familias a cambiar sus cocinas.
Por:Univision
Video Programa piloto busca incentivar el cambio de las estufas de gas: el objetivo es evitar problemas de salud a futuro
La organización We Act hace un estudio sobre los daños a la salud que ocasionan las estufas de gas. “Cuando removimos la estufa de gas de una casa pudimos reducir en 35% los niveles de dióxido de nitrógeno que causa el asma”, afirma una vocera de We Act.
Actualmente la Ley de Reducción de la Inflación ofrece hasta 2,000 dólares a las familias de bajos ingresos para comprar una estufa eléctrica.
Los niños que viven en vecindarios de bajos ingresos como El Bronx tienen tres veces más probabilidades de ser hospitalizados por asma.
A partir de enero de 2024, los edificios de hasta 7 pisos tendrán que instalar estufas de inducción, para los edificios más grande, el plazo será en 2029.
Nueva York fue el primer estado en todo el país en prohibir estufas de gas en las nuevas construcciones. En el estado de Nueva York el 62% de los hogares tienen estufas de gas.
La señora Ángela ahora a los 85 años de edad sigue preparando sus platillos preferidos, pero ahora usa una estufa eléctrica. “Si yo me voy de este apartamento me llevo mi estufa", dice confiada.
Cuidados en casa con una cocina de gas
La Universidad de Harvard da en su blog estos consejos para reducir los riesgos de salud asociados a las estufas a gas:
- Abre las ventanas al cocinar.
- Usa los extractores de la cocina que reducen la concentración de agentes contaminantes en espacios cerrados. Ten en cuenta que los ventiladores sin ductos que recirculan los humos a través de filtros no funcionan tan bien.
- Aprovecha los purificadores de aire. Aunque no remueven todos los contaminantes, sí mejoran la calidad del aire interior. Escoge uno que se adapte al tamaño de la cocina.
- Considera cambiarla por una eléctrica o aprovecha otros electrodomésticos para reducir la frecuencia de uso. Por ejemplo, emplea una tetera eléctrica (kettle) para hervir el agua, cocina con una olla a presión o de cocción lenta eléctrica, el horno tostador o microondas.
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