NUEVA YORK.- A lo largo de millones de años, hemos evolucionado tanto que incluso podríamos pensar que tenemos poco en común con nuestros antepasados. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Dartmouth dice que los humanos antiguos ya se daban unos buenos antojitos con plantas llenas de almidón y carbohidratos mucho antes de tener los dientes adecuados para masticarlas bien.
También amaban los carbohidratos: estudio revela qué comían los primeros humanos
Un nuevo estudio sugiere que los humanos antiguos comían alimentos ricos en carbohidratos antes de desarrollar dientes adecuados, revelando más sobre la evolución de la dieta humana.


Según los investigadores, esto es la primera prueba en los fósiles humanos de que a veces empezamos a hacer cosas importantes para sobrevivir antes de tener el cuerpo preparado para ellas.
El estudio muestra que cuando los primeros humanos empezaron a salir de los bosques africanos y se metieron en las sabanas, comenzaron a depender de plantas como pasto para obtener energía, aunque todavía no tenían los dientes ni el estómago listos para digerir ese tipo de comida.
Según Luke Fannin, el investigador principal del estudio, esta capacidad de adaptarse fue una de sus grandes ventajas y es algo que ha sido estudiado en SCIENCE para revelar los secretos de la evolución humana.
Sin duda, esto refleja algo en particular: más allá del hecho de que nuestros antepasados todavía no los procesaban bien por sus dientes, el gusto por los carbohidratos y el almidón (que encontramos en trigo, arroz, maíz, y también vegetales como las papas y legumbres como frijoles, lentejas y garbanzos).
Para llegar a estas conclusiones, el equipo analizó los dientes fosilizados de antiguos humanos que vivieron entre hace 3.4 y 4.8 millones de años. Usaron una técnica que detecta “huellas químicas” (como rastros de carbono y oxígeno) que indican qué tipo de plantas comían.
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Aunque con el tiempo los dientes de los primeros humanos se fueron haciendo más pequeños, alrededor de un 5% cada mil años, las muelas se alargaron, lo que les ayudó a masticar mejor plantas más duras y fibrosas.
Ya para hace unos 2 millones de años, especies como Homo habilis y Homo ergaster empezaron a tener dientes más adaptados para comer alimentos cocinados, como tubérculos asados, lo que volvió a cambiar por completo la manera en que comían.
Esta nota se realizó en colaboración con TMX.