Los nuevos centros penitenciarios estarían en vecindarios de cuatro de los cinco condados de la ciudad: El Bronx, Queens, Manhattan y Brooklyn. Aunque gran parte de la comunidad ha expresado su rechazo a la propuesta de Bill de Blasio, algunos líderes afirman que la crisis de los derechos humanos y la falta de recursos para la salud mental hacen insostenible el mantenimiento de Rikers Island.