Un pequeño acuario improvisado en la calle se convierte en la nueva atracción de Brooklyn: ¿Por qué causa tanta polémica?

Lo que comenzó como una broma entre un par de residentes de Brooklyn, se convirtió en una sensación que ha comenzado a dar vuelta al mundo y también generado polémica: crearon un acuario enclavado en una acera. Así es como luce.

Video En plena calle de Brooklyn, vecinos convierten una fuga de agua en un estanque de pececillos

Una pareja de residentes de Brooklyn tuvo una inusual idea mientras descansaba en un día soleado y miraba, con aburrimiento, que la fuga de agua de un hidrante había ocasionado un charco.

Lo que comenzó como una broma, se convirtió en una sensación que ha comenzado a dar vuelta al mundo y también generado polémica: crearon un acuario enclavado en una acera.

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“Comenzamos a bromear: ¿qué pasaría si añadiéramos peces?”, recordó Hajj-Malik Lovick, de 47 años, residente de toda la vida del barrio de Bedford-Stuyvesant. “Dado que el agua siempre está ahí, en el charco, ¿por qué no convertir esto en algo más interesante?”.

Después de reforzar los bordes del lecho del árbol con piedras y ladrillos, compraron 100 peces de colores en una tienda de mascotas por 16 dólares y los arrojaron al agua.

Rápidamente, la aparición de peces del tamaño de un maní nadando alrededor del improvisado acuario se llenó de gente curiosa que pasaba por la calles y luego se extendió hasta atraer gente de otros lugares.

Los visitantes lo apodaron “el acuario de Bed-Stuy de Hancock Street”.

Los peces nadan en un charco de agua junto a una boca de incendios en el distrito de Brooklyn, Nueva York, el viernes 9 de agosto de 2024.
Los peces nadan en un charco de agua junto a una boca de incendios en el distrito de Brooklyn, Nueva York, el viernes 9 de agosto de 2024.
Imagen Pamela Smith/AP

Un acuario improvisado que genera polémica

Pero a medida que circularon videos e historias sobre el hoyo de peces, el proyecto generó preocupación y una reacción negativa de los defensores de los derechos de los animales.

En las primeras horas de la mañana del miércoles, dos residentes del barrio, Emily Campbell y Max David, llevaron a cabo una misión de rescate y sacaron unos 30 peces de las aguas de cinco centímetros de profundidad.

Dijeron que estaban rescatando a los peces de condiciones inhumanas.

Campbell, de 29 años, dijo que estaba trabajando para realojar a los peces rescatados, manteniendo a muchos de ellos en tanques dentro de su apartamento. Varias personas se habían comunicado con ella para expresar su preocupación por los peces que quedaban en el interior del estanque.

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Sin embargo, aquellos que participaron en el experimento de la acera dicen que han enriquecido el vecindario y han proporcionado una vida mejor a los peces de colores, una raza pequeña que suele venderse como alimento para especies marinas más grandes.

Alimentan a los peces tres veces al día y se turnan para vigilarlos, asegurándose de que el hidrante siga funcionando a un ritmo lento.

“Siento que estamos ayudando a los peces de colores”, dijo Lovick. “Estas personas vinieron aquí y solo quieren cambiar las cosas”.

En los últimos días, los simpatizantes han venido a donar adornos, como perlas y conchas marinas, así como alimentos, según Floyd Washington, uno de los monitores del estanque.

“La gente se detiene de camino al trabajo y puede ver algo sereno y conocer a sus vecinos. Ahora tenemos estos peces en común”.

Dijo que el grupo planeaba mantener los peces en el lugar durante aproximadamente dos semanas más y luego donarlos a los niños del vecindario.

Con información de la agencia The Associated Press

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