Karina Rieke, coach de familia, explica que hay tres tipos de traumas: físicos, psicológicos y sexuales. Además, asegura que los tres tienen la misma capacidad de generar consecuencias negativas. Ella recomienda supervisar a los niños en todo momento para ayudarlos a estar en ambientes seguros. Además, aconseja que la familia acuda a terapias que permitan sanar esos traumas y prevenirlos.