La iniciativa que estaría impulsando la administración Trump busca incrementar el precio de algunos procesos migratorios. Actualmente, un inmigrante paga 110 dólares para solicitar una apelación, pero esto podría pasar a costar 975 dólares. La abogada Claudia Bernal explica que “esto será un golpe muy fuerte para los bolsillos de estas personas” y asegura que “el incremento que se está sugiriendo puede ser inalcanzable incluso para quienes pudieran tener acceso económico para realizar estos trámites”.