Cristina Plazas, exdirectora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, explica que esta medida lo que busca "es darle un acompañamiento a los papás y enseñarles cómo es la mejor forma de castigar a un niño", con el fin de evitar los maltratos físicos, psicológicos y emocionales. Según Plazas, esta ley no prevé sanciones penales porque su objetivo "es la prevención y educación".