Tras el suicidio de Gianlukas Illescas, un niño de 10 años quien al parecer era víctima de bullying en su escuela, la comunidad se unió pedir medidas contra el acoso. La familia del menor señala que esta situación se reportó por varios meses, pero no fueron escuchados por los consejeros escolares. "Que se pueda llegar a un cambio, poner a alguien en las escuelas que atienda los casos de bullying. Alguien tiene que pagar por esto, por la negligencia", dijo Christian Illescas, padre de Gianlukas.