El 28 de abril de 1968, las autoridades encontraron el cuerpo quemado de una mujer de unos 35 años en el sur del condado de Wake. Aunque en ese momento se realizó una extensa investigación, no fue sino hasta ahora, 57 años después, que lograron identificar a la víctima. Recientemente, la empresa Astrea Forensics obtuvo un perfil genético que permitió determinar que se trataba de Myrtle Holcomb, habitante de Florida.
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