Los dos sospechosos de abrir fuego en medio de una celebración judía en la popular playa Bondi de Australia son un padre, que fue abatido por policías, y su hijo, que se encuentra en condición grave pero estable en un hospital, dijeron autoridades este domingo. El ataque, el más mortífero en casi tres décadas en ese país y catalogado por autoridades como "terrorismo", dejó más de una decena de fallecidos.
Qué se sabe del ataque en una celebración judía en Australia: fue perpetrado por un padre y su hijo, según la policía
Los saldos hasta la tarde del domingo eran de al menos 15 personas fallecidas y casi 40 heridas, incluyendo dos agentes de policía, informó el comisionado de policía del estado de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sídney.
Los saldos hasta la tarde del domingo eran de al menos 15 personas muertas y casi 40 heridas, incluyendo dos agentes de policía, informó Mal Lanyon, el comisionado de policía del estado de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sídney.
La policía dijo que su operación sigue "en curso" y que "varios objetos sospechosos ubicados en las cercanías" estaban siendo examinados por agentes especialistas, incluyendo un dispositivo explosivo improvisado encontrado en el auto de uno de los sospechosos.
Agregaron que fueron incautadas seis armas que pertenecían al padre sospechoso que fue abatido, de 50 años. Las autoridades dijeron que contaba con licencia para tenerlas desde hace casi una década y que no habían en sus registros incidentes previos con el hombre. El otro sospechoso, el hijo, tiene 24 años.
Asimismo, las autoridades registraron dos propiedades, una ubicada en Bonnyrigg y otra en Campsie, donde hallaron más armas, dijo el comisionado Lanyon.
Esto es lo que se sabe del tiroteo.
La masacre fue diseñada para atacar a la comunidad judía de Sídney
“Este ataque fue diseñado para atacar a la comunidad judía de Sídney”, dijo el primer ministro del estado, Chris Minns. La masacre fue declarada un "ataque terrorista" debido al evento objetivo y las armas utilizadas, dijo Lanyon.
Cientos de personas se habían reunido para un evento en la playa Bondi llamado 'Janucá junto al Mar', que celebraba el inicio del festival judío de Janucá.
Imágenes dramáticas aparentemente filmadas por un testigo y emitidas en canales de televisión australianos mostraron a alguien que enfrentó y desarmó a uno de los hombres armados, antes de apuntarle con el arma que le había quitado. En el video que acompaña esta nota mostramos parte de ellas.
El presidente israelí, Isaac Herzog, lo calificó de "ataque cruel contra los judíos" y pidió a las autoridades australianas que refuercen la lucha contra el antisemitismo.
El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el ataque ylo calificó de acto "puramente antisemita". "Fue un ataque terrible", declaró durante un acto de celebración navideña en la Casa Blanca.
Cómo ocurrieron los hechos: testigos huyeron y se escondieron
Los servicios de emergencia recibieron un aviso para acudir a Campbell Parade alrededor de las 6:45 pm por reportes de disparos.
La colina cubierta de césped que da acceso a la playa Bondi estaba llena de objetos abandonados por personas que huyeron, incluyendo un cochecito de bebé, indicó un periodista de la AFP en el lugar.
El personal sanitario atendió a varias personas tiradas en el césped junto a la playa, según imágenes de la cadena pública ABC.
Junto a un árbol en la zona yacía un arma que parecía ser una escopeta.
"Hubo un tiroteo, dos atacantes vestidos de negro con rifles semiautomáticos", declaró a la agencia AFP el turista británico Timothy Brant-Coles.
"Escuchamos los disparos. Fue impactante; se sintió como10 minutos de solo 'bang, bang, bang'. Parecía un arma potente", dijo a la AFP Camilo Díaz, un estudiante chileno de 25 años que estaba en el lugar.
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Lachlan Moran, de 32 años, de Melbourne, estaba esperando a su familia cerca cuando oyó disparos, declaró a la agencia AP. Dejó caer la cerveza que llevaba para su hermano y corrió.
“Se oyeron algunos disparos, y me asusté y salí corriendo. (...) Empecé a correr. Simplemente tuve esa intuición. Corrí tan rápido como pude", dijo Moran. Durante unos cinco minutos estuvo oyendo disparos intermitentes.
“Todos simplemente soltaron todas sus pertenencias y corrían y la gente lloraba y fue simplemente horrible", dijo Moran.
Grace, de 30 años, de Melbourne, quien prefirió no dar su apellido, y su pareja Joel Sargent, de 30 años, dijeron a AP que estaban en su habitación de hotel cuando oyeron un sonido de golpes y miraron por la ventana para ver a personas corriendo por la calle, escondiéndose detrás de árboles y autos.
“La gente gritaba, y el sonido del arma era muy fuerte", dijo Grace. "Era constante; habrían sido más de 50 (disparos), fácilmente”.
Conmoción y dolor en Australia, en donde los tiroteos masivos son poco frecuentes
El primer ministro, Anthony Albanese, dijo a los periodistas en Canberra que estaba “devastado” por la masacre.
“Este es un ataque dirigido a los australianos judíos en el primer día de Janucá, que debería ser un día de alegría, una celebración de fe. Un acto de maldad, antisemitismo, terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación”, dijo Albanese. “No hay lugar para este odio, violencia y terrorismo en nuestra nación”.
Albanese agregó que las autoridades estaban trabajando para identificar a todos los involucrados en el ataque.
“Permítanme ser claro, erradicaremos esto, en medio de este vil acto de violencia y odio surgirá un momento de unidad nacional donde los australianos de todos los ámbitos abrazarán a sus compatriotas australianos de fe judía”, dijo. “El mal que se desató en la playa de Bondi hoy está más allá de la comprensión, y el trauma y la pérdida que las familias están enfrentando esta noche está más allá de la peor pesadilla de cualquiera”.
Las muertes por tiroteos masivos en Australia son extremadamente raras. Una masacre en 1996 en la ciudad de Port Arthur, Tasmania, donde un único hombre armado mató a 35 personas, llevó al gobierno a endurecer drásticamente las leyes de armas y dificultó mucho más que los australianos adquieran armas de fuego.
Tiroteos masivos significativos en este siglo incluyeron dos asesinatos-suicidios con un saldo de cinco personas en 2014, y siete en 2018, en los que los hombres armados mataron a sus propias familias y a sí mismos.
En 2022, dos agentes de policía fueron asesinados a tiros por extremistas cristianos en una propiedad rural en el estado de Queensland. Los tres atacantes en ese incidente, teóricos de la conspiración que odiaban a la policía, también fueron abatidos por los agentes después de un asedio de seis horas en la región de Wieambilla, junto con uno de sus vecinos.
Con información de las agencia AP y AFP.
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