TAMPA, Florida.- Los refugios de animales locales enfrentan una crisis silenciosa que no aparece en los informes oficiales sobre inmigración: el abandono masivo de mascotas por parte de familias indocumentadas o de estatus migratorio mixto, que viven bajo el miedo constante a deportaciones, detenciones y redadas.
Refugios colapsan por aumento de mascotas abandonadas tras operativos migratorios en Florida
El abandono de mascotas en Tampa crece por miedo a deportaciones y detenciones de familias inmigrantes. Refugios y albergues del condado Hillsborough están saturados y piden donaciones, adopciones y hogares temporales.

En las últimas semanas, los albergues del condado Hillsborough y organizaciones como Mercy Full Project han visto un incremento notable en la llegada de animales que hasta hace poco tenían un hogar. Detrás de cada caso hay una historia de urgencia: arrestos de dueños, familias que deciden huir de Florida antes de enfrentar problemas legales o procesos migratorios tediosos, y dificultades económicas que agravan la situación.
“He estado en este trabajo por años y puedo decir que este año ha sido más difícil incluso que durante el COVID”, afirma Heidy Acuña, fundadora de Mercy Full Project. “ La gente nos trae animales porque enfrenta problemas económicos, migratorios y sociales, y los que terminan más afectados son los animalitos”.
El fenómeno tiene múltiples detonantes. Algunos dueños han sido arrestados, dejando a sus mascotas sin nadie que las cuide. Otros llaman desesperados a las organizaciones explicando que un hermano, tío o familiar ha sido detenido o deportado y que ellos mismos deben abandonar el estado o el país. “Muchos me contactan diciendo que no tienen opción. Que se tienen que ir y no pueden llevarse a sus animales por las restricciones o por lo complicado del proceso migratorio”, agrega Acuña.
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Piden a familias buscar alternativas para evitar el abandono de mascotas
Aunque abandonar a una mascota es legalmente sancionable en Florida, para algunas familias el miedo a ser detectadas por las autoridades migratorias pesa más que la ley de protección animal. “Nuestra recomendación es que busquen alternativas antes de llegar a ese punto: tener sus papeles migratorios en orden, asegurarse de que el animal tenga cuidado veterinario, y, si es inevitable la separación, contactar a fundaciones o al condado para recibir ayuda”, señala la activista.
La situación ha llevado a que los espacios de acogida estén desbordados. Solo Mercy Full Project alberga actualmente 160 animales, mientras que los refugios municipales del condado Hillsborough operan por encima de su capacidad. “Necesitamos más que nunca donaciones, adopciones y hogares temporales de acogida para poder rescatar y atender a estos animales”, pide Acuña.
La problemática revela un impacto colateral de las recientes políticas migratorias y del endurecimiento de las detenciones: mientras las familias buscan protegerse, muchas mascotas quedan sin un hogar, sumándose a un sistema de refugios que ya estaba al límite.
“Es triste porque no son solo números; son animales que tenían un hogar, cariño y seguridad, y que ahora dependen de la compasión de extraños para sobrevivir”, concluye Acuña.
















