El Departamento de Policías de Charlotte-Mecklenburg está bajo la lupa, luego que presentaran unas 50 quejas contra oficiales, relacionadas con las protestas del 2 de junio, donde los policías presuntamente acorralaron y lanzaron municiones químicas a los manifestantes. A raíz de esto, el Concejo de la ciudad recortó unos $103,000 dólares del presupuesto destinados a comprar agentes químicos.