CHARLOTTE, Carolina del Norte. - Gregory Bovino, el jefe de la Patrulla Fronteriza, llegó a Carolina del Norte a mediados de noviembre para cumplir con l a encomienda del gobierno federal de intensificar los operativos migratorios.
Quién es Gregory Bovino: el comandante "estrella" de la gira nacional de redadas
Gregory Bovino nació en Carolina del Norte, estado al que regresó en noviembre para realizar redadas con su táctica ‘turn and burn’, previamente usada en Chicago y Los Ángeles. Esta es la historia de qué lo motivó a unirse a la Patrulla Fronteriza y cómo desea retirarse.

Bovino y sus agentes primero llegaron a patrullar vecindarios de Charlotte, y luego extendieron sus recorridos en Pineville, Cary, Raleigh, y otras ciudades vecinas siguiendo un patrón de operativos que ya se vio en Los Ángeles y Chicago, en el que arrestan a inmigrantes bajo el argumento de “sospecha razonable” que críticos denominan perfil racial.
Sin embargo, en Carolina del Norte el rol de Bovino tiene un ingrediente diferente.
Gregory Bovino nació en Carolina del Norte
Bovino, quien tiene 55 años, nació y se crio en el oeste de Carolina del Norte. Lleva casi tres décadas dentro de la Patrulla Fronteriza.
Deseó ese cargo desde que tenía unos 8 o 9 años, según dijo en una entrevista con el New York Times. En ese intercambio, contó que sus papás lo llevaron a ver The Border, una película producida por un pariente lejano a quien la familia llamaba Uncle Neil.
Y esa película se le quedó pegada en la mente: agentes en el desierto, el polvo, las patrullas, la idea de una misión peligrosa… casi heroica.
Desde entonces, Bovino no soltó ese mundo. Creció leyendo libros escritos por agentes y fantaseando con esa vida dura, de desierto y persecuciones.
El jefe de la Patrulla Fronteriza se graduó de la preparatoria Watauga, en Boone, Carolina del Norte, según información en su biografía en el sitio oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP)
Luego obtuvo su licenciatura en Gestión de Recursos Naturales y Silvicultura de Western Carolina University, además se graduó de dos maestrías: una en Administración Pública en la Appalachian State University y otra en Estrategia de Seguridad Nacional en el National War College, de acuerdo con registros de CBP.
Aunque no hay información pública en sitios confiables sobre su vida familiar, lo que sí se sabe es que en 1996 cumplió su sueño: entró a la Patrulla Fronteriza.
Lo mandaron a El Centro, en California, ese mismo paisaje árido que había visto de niño en la pantalla. Ahí empezó a patrullar solo, a enfrentarse a coyotes, traficantes y migrantes cruzando de noche.
Gregory Bovino y sus vínculos con la administración Trump
La carrera de Bovino avanzó rápido. Subió puestos, volvió años después como jefe del sector El Centro y le tocó la era Trump. Para él, esa época fue como abrir las ventanas: decía que por fin “estaban escuchando a la Patrulla Fronteriza”.
Pero los vientos cambiaron con la llegada de una nueva administración federal y se frenó su avance.
Tras una serie de episodios —una foto suya con un rifle M4, publicaciones consideradas inapropiadas y el tono combativo de su testimonio ante el Congreso durante un pico histórico de cruces fronterizos— marcaron su derrumbe.
Según su propio relato, apenas treinta minutos después de su segunda audiencia en el Capitolio lo relevaron del mando y le preguntaron si iba a retirarse. Parecía que su carrera había terminado. Hasta que volvió Donald Trump a la Casa Blanca.
El resurgimiento de Bovino y su táctica 'Turn and Burn'
Bovino resurgió como uno de los jefes operativos más visibles del nuevo enfoque migratorio.
Primero, lo enviaron a Los Ángeles, designada por el gobierno como ‘epicentro de los efectos de la crisis fronteriza’, y ahí puso en práctica su sello operativo más reconocido: la táctica 'Turn and Burn'.
Consiste en realizar redadas extremadamente rápidas —a veces de apenas unos minutos— en estacionamientos, calles concurridas y comercios, con equipos móviles que llegan, detienen y se retiran casi de inmediato.
Según críticos y organizaciones de derechos civiles, esta estrategia busca evitar la presencia de prensa, manifestantes y observadores comunitarios que suelen documentar los operativos.
El método luego fue usado en Chicago, durante el operativo “ Midway Blitz”. En esa ciudad, surgieron múltiples denuncias por el uso de fuerza excesiva, especialmente en barrios como La Villita.
Abogados de periodistas, organizaciones comunitarias y defensores civiles acusaron a Bovino de lanzar al menos un bote de gas lacrimógeno sin advertencia previa, lo que violaría una orden judicial que exige dos avisos antes de recurrir a armas de control de multitudes.
La jueza federal Sara Ellis advirtió que ese comportamiento podría infringir su restricción temporal. Según el testimonio judicial, Bovino admitió haber mentido sobre haber sido golpeado con una piedra antes de desplegar el gas, contradiciendo la versión oficial que justificaba el uso de la fuerza.
En Chicago, también se acusó a los agentes de no llevar cámaras corporales ni identificadores visibles, lo que dificultaba la rendición de cuentas sobre cómo y cuándo se han utilizado tácticas agresivas en estas redadas.
En Carolina del Norte, esa táctica se ha implementado nuevamente. En los primeros días de redadas ahí se ha reportado la detención de ciudadanos estadounidenses, así como el arresto y cuestionamiento de inmigrantes afuera de negocios, principalmente hispanos, estacionamientos y vías públicas.
El siguiente deseo de Bovino: retirarse en Carolina del Norte
A pesar de que el estado donde nació y se formó se ha convertido en el escenario donde se discuten sus tácticas, donde vecinos graban desde balcones, vehículos o andenes, donde líderes locales piden la calma y donde las redadas han generado un miedo que ha llevado a los inmigrantes a evitar ir a la escuela, al trabajo e incluso ha provocado el cierre de negocios.
Para Bovino, el siguiente deseo es claro. En una declaración dijo que cuando llegara el día de retirarse quería regresar a su tierra, a cosechar manzanas.
Sin embargo, su retiro parece lejano mientras la administración Trump continúe su plan de deportaciones masivas y operativos especiales en ciudades más allá de las fronteras.













![<b>El gobernador de Carolina del Norte, Josh Stein</b>, declaró el domingo, 16 de noviembre,
<b><a href="https://x.com/NC_Governor/status/1990188875155739006" target="_blank">a través de un video</a></b>, que el operativo migratorio liderado por
<b>Gregory Bovino (en la foto),</b> está dividiendo a la comunidad.
<br>
<br>Repudió que las personas
<b><a href="https://www.univision.com/local/north-carolina-wuvc/ha-sido-una-pesadilla-operacion-federal-charlottes-web-deja-mas-de-130-personas-detenidas-video" target="_blank">tengan que ver "agentes enmascarados, fuertemente armados, con atuendos paramilitares conduciendo autos sin identificación, apuntando a ciudadanos estadounidenses basándose en el color de su piel </a></b>[...] Esto
<b>no nos está haciendo más seguros</b>. Está fomentando el miedo”.
<br>
<br>Un día después,
<b>el jefe de la Patrulla Fronteriza y sus agentes enmascarados seguían en la búsqueda de inmigrantes</b> sin documentos.](/_next/image?url=https%3A%2F%2Fst1.uvnimg.com%2F97%2Fa4%2Fa59e55264442a5c8b367e8a7ac01%2Fbob8.jpg&w=1280&q=75)



