ORLANDO, Florida.- El Departamento de Salud de Florida confirmó la detección de al menos 14 casos de la enfermedad del legionario en la región central del estado, un brote que las autoridades sanitarias vincularon a un gimnasio, según información enviada por correo electrónico al senador estatal Carlos Guillermo Smith.
Detectan 14 casos de enfermedad del legionario asociados a un gimnasio de Florida Central
La bacteria Legionella prolifera en sistemas de agua tibia dentro de edificios y puede generar brotes rápidos.

La alerta fue divulgada por la televisora WFTV, que tuvo acceso a la comunicación oficial. Se reportó que varios miembros de la sucursal de Crunch Fitness en Ocoee, a unas 12 millas al oeste de Orlando, informaron haber enfermado.
La empresa aseguró a la estación que está cooperando con las autoridades, que ha cerrado áreas internas de sus instalaciones y que analiza los sistemas de piscina y spa como medida preventiva.
Mientras tanto, la investigación epidemiológica continúa para determinar con precisión cómo se originó el brote y si existen otros puntos de exposición en la zona.
Las autoridades de Florida recomiendan a quienes hayan visitado recientemente gimnasios o instalaciones con piscinas y spas en la zona de Ocoee que permanezcan atentos a síntomas como tos, fiebre, dificultad para respirar y dolor muscular, y que busquen atención médica inmediata si presentan malestar respiratorio.
¿Qué es la enfermedad del legionario y cuál es el tratamiento médico?
La enfermedad del legionario es una forma grave de neumonía causada por la inhalación de pequeñas gotas de agua que contienen la bacteria Legionella. Esta bacteria se encuentra de manera natural en agua dulce, pero prolifera en ambientes cálidos, lo que facilita su crecimiento en sistemas de agua de edificios como duchas, grifos, tanques de agua caliente, calentadores y tuberías, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los especialistas advierten que, aunque la enfermedad no se contagia de persona a persona, los brotes pueden expandirse cuando la bacteria invade los sistemas hídricos de instalaciones públicas o privadas. En años recientes, la incidencia de la enfermedad ha mostrado un incremento. En 2018 alcanzó un pico de 2.71 casos por cada 100,000 habitantes. Tras una caída en 2020 durante la pandemia de COVID-19, los contagios volvieron a repuntar en 2021.
La mayoría de los pacientes se recupera con tratamiento antibiótico, pero los riesgos pueden ser severos para personas con sistemas inmunológicos debilitados o padecimientos pulmonares crónicos. Según el CDC, aproximadamente uno de cada diez afectados muere por complicaciones. La letalidad es mayor entre quienes contraen la enfermedad durante estancias en centros de salud, donde la mortalidad puede ascender a uno de cada cuatro casos.












