Las monumentales esculturas de Adela Goldbard después de ser exhibidas son reducidas totalmente a cenizas, utilizando gasolina y juegos pirotécnicos. Su enfoque es la crítica, y las hace arder siguiendo una antigua costumbre mexicana que representa el triunfo del bien sobre el mal. Actualmente, la artista está creando un microbús como los del transporte urbano en México. Para revestirlo con técnica de papel maché, está utilizando periódicos traídos de México, con artículos publicados bajo diferentes ópticas periodísticas.