A un año de la muerte de Kobe Bryant, nostalgia, leyes y disputas mantienen el recuerdo

La mañana del 26 de enero de 2020, un accidente de helicóptero en Calabasas, California, empezó a resonar en medios locales, pero tan pronto se supo que Kobe Bryant iba a bordo, la noticia se volvió mundial. El ídolo de los Lakers de Los Ángeles, con apenas 41 años de edad, su hija Gianna de 13 y otros seis pasajeros, además del piloto, se dirigían a un partido de la Liga de baloncesto infantil, la Mamba Academy, que fundó el propio exjugador.

La última gran leyenda de los Lakers, campeón de la NBA en cinco ocasiones y poseedor de dos medallas de oro olímpicas, dejó en lágrimas a la ciudad que lo adoptó desde 1996 que dejó la preparatoria para brincar directamente al profesionalismo.

Además de Kobe y Gianna, fallecieron el coach de beisbol John Altobelli, su esposa Keri y su hija Alyssa; Sarah y Payton Chester, madre e hija; la coach de la Mamba Academy, Christina Mauser; y el piloto Ara Zobayan.

Kobe y Gianna tenían un vínculo particular. Si bien el astro de los Lakers no tuvo un hijo varón que pueda seguir sus pasos en la NBA, Gianna, la segunda mayor, fue quien adoptó de mayor manera el gusto por el baloncesto, acompañaba frecuentemente a su padre a ver a su equipo en el Staples Center y llevó la práctica del deporte desde pequeña con el fin de llegar, algún día, a la WNBA.

Un año después, la herida no ha terminado de cicatrizar en una comunidad bicultural en la que Kobe logró penetrar: casado con una mexicoamericana, aprendió a hablar español de manera fluida y no dudaba en mostrar su cariño por la cultura latina. No olvidemos que solo en la Ciudad de México viven más mexicanos que en Los Ángeles.

Los homenajes

Tuvieron que pasar 29 días llenos de dolor, dudas, investigaciones y el asomo de la pandemia para darle el adiós a Kobe en la casa que se construyó alrededor de él, el Staples Center, que desde 1999 es casa de los Lakers en reemplazo del legendario Forum de Inglewood. Ahí, en el recinto de la Avenida Figueroa, las más grandes leyendas de la NBA mostraron su respeto a uno de los jugadores más influyentes que haya estado en las duelas. Michael Jordan lo nombró su "hermano menor” y dio cuenta de esos incómodos mensajes de madrugada que le enviaba para mejorar su técnica de disparo.

Tras el homenaje, se jugaron cuatro partidos más en el Staples Center hasta que la pandemia obligó el parón de la temporada de la NBA, que se reanudó hasta finales de julio en la “burbuja” de Orlando, un complejo turístico de Disney adaptado para que los 22 equipos que aún tenían oportunidad matemática de ser campeones pudieran terminar la campaña aislados para evitar contagios de coronavirus.

Al acto del 24 de febrero, bien podemos sumarle lo que pasó el 11 de octubre, cuando los Lakers ganaron el Juego 6 de las Finales de la NBA y con ello se agenciaron el trofeo Larry O’Brien que los acredita como campeones. Sin público, pero con el recuerdo y dedicatoria de los jugadores para su leyenda que partió meses atrás.

Gianna también fue homenajeada. La WNBA la eligió honoríficamente en el Draft del 18 de abril pasado junto a sus compañeras de la Mamba Academy Alyssa Altobelly y Payton Chester, que también perecieron en aquel accidente.

La Liga de baloncesto femenino también anunció la creación del Premio Kobe y Gigi Bryant, que reconocerá a quienes hagan contribuciones a la difusión del basquetbol para las mujeres en todos los niveles.

El proyecto de ley para la seguridad en los helicópteros

La senadora Dianne Feinstein y el representante Brad Sherman presentaron un proyecto de ley bautizado como la “Ley de Seguridad de Helicópteros de Kobe Bryant y Gianna Bryant” en la víspera del aniversario del accidente, que obligaría a los helicópteros que transporten a seis o más pasajeros a tener sistemas de alerta sobre el terreno. Pese a que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) recomendó que 2006 que ese equipo sea obligatorio en todos los helicópteros, la Administración Federal de Aviación (FAA) solo obliga a tenerlas a ambulancias aéreas.

Tras el accidente del 26 de enero, Jennifer Homendy, miembro de la NTSB, dijo que un sistema de reconocimiento del terreno le habría dado información al piloto Ara Zobayan para evitarlo, dadas las condiciones de neblina que hubo en el percance.

Las disputas legales y la herencia

El accidente no quedó solo en el trágico suceso. Vanessa Bryant demandó a la empresa Express Helicopters & Island Express Holing Corp. y responsabilizó al piloto por el accidente al acusarlo de negligencia. La viuda de Kobe y madre de Gianna calculó el daño en 200 millones de dólares por las más de dos decenas de patrocinadores que tenían contrato vigente con su esposo.

También demandó a los agentes de la Policía de Los Ángeles que tomaron fotografías del accidente aquella mañana que se compartieron en redes sociales y medios de comunicación. Ocho agentes quedaron implicados, según reconoció el sheriff Alex Villanueva.

Pero el accidente también permeó en el seno familiar. Vanessa fue demandada por su madre por 5 millones de dólares, luego de ser sacada, según su versión, de la casa donde vivía con la pareja y sus nietas, a razón de una indemnización por el cuidado de las niñas por 18 años.

Kobe Bryant firmó un testamento desde 2003, cuando apenas tenía 7 temporadas como jugador de la NBA, y si bien le hizo modificaciones cuando nacieron sus hijas, quedó pendiente la última, pues Capri, quien tenía solo 7 meses al momento del accidente, no figura en la última voluntad escrita del exbasquetbolista.

En ese sentido, Vanessa Bryant pidió que se le contemple al repartir el patrimonio a partes iguales entre ella y sus tres hijas que siguen con vida.

La herencia de Kobe está valuada en 600 millones de dólares.

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