Una auditoría realizada a la entidad en Los Ángeles destaca las limitaciones para implementar las estrategias de ayuda a la población desamparada. El contralor Ron Galperin aseguró que “todos saben de esta problemática, pues se encuentra en cada comunidad y en cada vecindario”. Agregó que la ciudad ha dispuesto más de 10 millones de dólares para resolver la crisis y aumentó el número de empleados, pero que aún así la indigencia se incrementó en un 16%.