Pearl Fernández, de 35 años y madre del pequeño, fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Isauro Aguirre, un exguardia de seguridad de 37 años y novio de la madre, fue sentenciado a muerte por el juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
Crédito: AP Image \ KMEX captura de pantalla
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Los problemas de drogadicción Pearl Fernández permitieron que sus abuelos lograran la custodia de Gabriel a los pocos meses de nacido.
En la fotografía, Fernández en su presentación a la corte cuatro días después de la muerte de Gabrielito, el 28 de mayo de 2013. Crédito: Irfan Khan/LA Times via Getty Images
En la fotografía, Fernández en su presentación a la corte cuatro días después de la muerte de Gabrielito, el 28 de mayo de 2013. Crédito: Irfan Khan/LA Times via Getty Images
Isauro Aguirre, exnovio de la madre de Gabriel Fernández fue
sentenciado a muerte por los múltiples abusos y torturas contra el niño. Sin embargo, su castigo no ha sido cumplido porque el gobernador Newsom frenó las ejecuciones durante su gobierno. Univision 34
La fiscalía detalló en el juicio que Gabriel vivió un infierno que duró ocho meses, desde el día que Pearl Fernández reclamó y obtuvo la custodia de su hijo en septiembre de 2012.
13 días antes de su muerte había sido retirado de la escuela y desde entonces, hasta que llegó al hospital, Gabrielito sufrió jornadas intensas de tortura. En la fotografía, el pequeño antes de ser retirado de clases, con su rostro visiblemente maltratado. Crédito: Cortesía.
“Cada centímetro de Gabriel estaba magullado e hinchado. Su piel era de color negro y azul. Recuerdo que al tocarlo estaba frío”, declaró en el juicio Emily Rebar, una de las enfermeras que atendió al niño antes de morir. Otra enfermera aseguró que
el pequeño tenía lesiones en el cuello y en la ingle causadas por una pistola de aire. Crédito: Univision
Gabrielito fue forzado a dormir dentro de un gabinete ubicado en la recámara de los acusados, con un calcetín dentro de la boca y una venda sobre los ojos. La imagen corresponde a una de las evidencias presentadas en la corte para explicar las distintas lesiones encontradas en el cuerpo del niño. Crédito: Cortesía.
La fiscalía pidió que se analizaran
varias manchas de sangre en las paredes de vivienda donde vivía el pequeño y todas coincidieron con el ADN de Gabriel. Testimonios de familiares también ayudaron en la conclusión de que la madre y su pareja abusaron severamente del pequeño durante los meses previos a su muerte. Crédito: Nick Ut/Ap
Jonathan Hatami, fiscal de distrito del caso, explicó que Isauro Aguirre “le dio un puñetazo y le siguió dando puñetazos” hasta que el pequeño perdió el conocimiento y tuvo que ser hospitalizado. Los médicos indicaron que el niño tenía muerte cerebral. Dos días después, el 24 de mayo, murió. En la imagen Isauro Aguirre en su presentación a la corte el 28 de mayo de 2013. Crédito: Irfan Khan/LA Times via Getty Images
Dos días antes de la muerte del pequeño, Aguirre lo habría golpeado tantas veces que hasta perdió la cuenta, según señala la acusación. Posteriormente confesó a los investigadores que le dio 10 golpes en la cabeza y al menos 20 en el cuerpo. La fiscalía agregó que Aguirre estrelló la cabeza del menor contra una pared con tanta fuerza que le habría fracturado el cráneo. Crédito: Social Media
Cuatro trabajadores del Departamento de Servicios a los Niños y la Familia del condado de Los Ángeles tenían la responsabilidad legal de proteger a Gabriel cuando el caso fue abierto en octubre de 2012. Stefanie Rodríguez y Patricia Clement, y sus supervisores: Kevin Bom y Gregory Merritt, enfrentaron cargos por abuso infantil y falsificación de documentos públicos.
En la fotografía los familiares de Gabriel durante una rueda de prensa en abril de 2016. Crédito: Nick Ut/Ap
En la fotografía los familiares de Gabriel durante una rueda de prensa en abril de 2016. Crédito: Nick Ut/Ap
En un aparente argumento de defensa, Isauro Aguirre y Pearl Fernández, quienes enfrentaron juicios separados, habrían declarado a las autoridades que al niño “le gustaba golpearse a sí mismo, que era gay y que quería matarse”. La investigación determinó que el niño también
había sido obligado a comer heces de gato. Crédito: Cortesía.
Isauro Aguirre y Pearl Fernández durante la audiencia de sentencia el jueves 7 de junio de 2018 en Palmdale, California. Fernández, quien se declaró culpable de asesinato de su hijo en febrero, fue condenada a cadena perpetua. Aguirre fue hallado culpable de homicidio en primer grado en noviembre del mismo año y sentenciado a muerte. Crédito: Ap
Luego de leer la sentencia, el juez George Lomeli calificó el crimen como "horrendo, inhumano y peor que el demonio". "Espero que piense sobre el dolor que causó a este niño y que te torture", añadió. La fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Jackie Lacey, aseguró que "este caso demostró cómo el mal no solamente puede infligir un daño duradero a quienes amaron a Gabriel, sino también a nuestra sociedad". Crédito: Jorge M. Almada
El caso de Gabriel Fernández quedó inmortalizado en un documental de la plataforma de video mundial Netflix que revela en detalle las crueles evidencias del trágico caso. Crédito: Netflix