Este año, la celebración de Halloween tuvo una connotación especial para los niños y sus familias luego de varios meses difíciles debido a la pandemia del coronavirus. En un vecindario de West Covina, cientos de pequeños salieron a las calles con sus disfraces y recolectaron golosinas que ahora son inspeccionadas por sus padres para asegurarse de que no representan un riesgo para su salud.