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“Manténganse alejados de los Nike Cortez”: La MS-13 sabe qué significan estos tenis, y la policía también

Los emblemáticos tenis lanzados al mercado en 1972 son toda una institución dentro de la particular estética que identifica a los pandilleros de la MS-13. Tanto que en los tiempos de Trump, cuando han arreciado las políticas contra ellos, están abandonándolos para no delatarse.
2 Dic 2017 – 11:27 AM EST
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"Manténganse alejados de los tenis Nike Cortez. Vestidos de esa manera el enemigo puede verlos, la policía puede arrestarlos y ¡boom! de vuelta a El Salvador. Para vivir una gran vida en Estados Unidos uno debe ser humilde, ya sabes, para evitar ser detectado".

Estas instrucciones específicas para evitar el uso de los famosos tenis lanzados al mercado en Los Ángeles en 1972 las da el líder pandillero de la MS-13 Edwin Manica Flores en una conversación teléfonica con un compañero de pandilla de Richmond, Estados Unidos y fueron grabadas por el FBI, que interceptaba su teléfono desde 2015.

Esa llamada es hoy usada como una de las mayores pruebas para inculpar al pandillero, encarcelado en El Salvador, por cargos de conspiración para crimen organizado. Además, se ha convertido en una fiel evidencia de la estrecha relación que ha tejido la pandilla del MS-13 con este modelo de tenis de lona con el emblemático símbolo de Nike en el costado.

Idóneas para correr, ideales para las pandillas


"Las Nike Cortez, que derivan su nombre del conquistador español que sometió a Moctezuma, Hernán Cortés, fueron las primeras zapatillas de deporte todoterreno realmente cómodas que aparecieron en el mercado. Eran resbaladizas y ligeras, lo que las hacía ideales para correr y por lo que pronto se convirtieron en la zapatilla adoptada por los pandilleros mexicanos y otras pandillas de la costa oeste de Estados Unidos", explica a Univision Noticias Ron 'Cook' Barrett, un experto en prevención de pandillas que ha trabajado con jóvenes en el estado de Nueva York desde 1999.

La Guerra Civil en el Salvador de la década de los 80 obligó a muchos jóvenes y ex combatientes a huir a los EEUU, especialmente a Los Angeles, California, y muchos inmigrantes salvadoreños se agruparon para protegerse de las pandillas coreanas, chicanas y afroamericanas que estaban presentes en la zona, fundando ellos mismos sus propios grupos juveniles y delincuenciales y replicando con su estética la manera de crear una identidad que los diferenciara.

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"En realidad, los primeros pandilleros ni siquiera llevaban tenis, usaban unos zapatos formales de la marca Stacy Adams", explica Alex Sánchez, expandillero de los Mara Salvatrucha y fundador de la organización para ayudar a ex miembros de estas pandillas a reintegrarse a la sociedad, Homies Unidos, en Los Angeles, quien recuerda que el estilo 'Pachuco', hecho de traje sastre formal y pantalones a la cintura que usaron las cuadrillas latinas en Estados Unidos en la década de los 50 "fue reemplazada en los años 80 por pantalones kakis, cabezas rapadas, camisas de cuadros abotonadas solo arriba y tenis. Una estética propia de los Cholos que luego sería replicada por miembros de la Mara Salvatrucha Stoner, que abandonaron su look metalero y de Heavy metal".


Desde entonces, los tenis Nike Cortez se convirtieron en un elemento fundamental en la estética pandillera de la MS-13. Fueron un mecanismo callado y, en principio, secreto para identificar quién hacía parte del grupo y quien no. Caminar por ciertos barrios de la Costa Oeste de Estados Unidos o de Honduras y El Salvador podía ser riesgoso si se llevaba la marca de tenis equivocada. Las fronteras invisibles creadas por estos grupos criminales empezaron a hacer respetar un estricto código de vestimenta y las noticias empezaron a poner en evidencia cómo si alguien quebraba estas normas o las irrespetaba por desconocerlas podía pagar con su vida.

"Los tenis proveen a estos jóvenes un estatus. Tener ese tipo de zapatos les hace decir 'no cualquiera los tiene', y les permite cierta señal de clase dentro del grupo", explica José Miguel Cruz, director del departamento de Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la Universidad Internacional de la Florida, quien lleva más 20 años investigando a las pandillas MS-13 y Barrio 18.

La importancia de estos tenis se hizo muy evidente durante la tregua entre pandillas que se dio entre 2012 y 2013 en El Salvador para detener los homicidios y el reclutamiento forzado de miembros. "Cuando los reos de pandillas tuvieron la oportunidad de obtener ciertos beneficios en las cárceles, una de las cosas que más pedían eran sus Nike Cortez, que llevaban con las medias blancas hasta arriba, muy limpios, inmaculados. Estaban en shorts y camisetas, pero si veías sus piernas se veían iguales todos", añade Cruz.

La devoción de los pandilleros por un tipo de tenis en concreto no solo se registró en las cárceles de El Salvador y no solo estuvo atada a este particular modelo de Nike tan popular en Los Ángeles.

En 2008, el departamento Correccional de la Ciudad de Nueva York prohibió el uso de tenis personales a los presos para evitar peleas. Se habían dado cuenta de que cada grupo había creado un complejo código alrededor de los zapatos que llevaban, uno que les permitía identificar de manera no verbal quién hacía parte de qué grupo y quién corría inminente peligro por llevar unos tenis contrarios.


En esta silenciosa guerra de zapatillas deportivas, las pandillas se fueron apropiando incluso de los nombres de los tenis para convertirlos en verdaderos slogans de su grupo.

En la década de los 90, los miembros de las pandillas afroamericana Bloods usaban tenis Reebok porque para ellos significaban “ Respect Each and Every Blood, OK” (Respeta a cada uno y a cada sangre, ¿ok?). Los tenis Adidas, por el contrario, significaban casi una ofensa misma contra la pandilla que entre sus opositores, la pandilla de los Crips, era conocida como los 'Slobs'. Así cada letra de la marca de los tenis Adidas que llevaban los Crips significaba "All Day I Disrespect Slobs" ('Todos los días falto al respeto a los Slobs’).


En el caso de los Mara Salvatrucha, los tenis Nike Cortez, en realidad, se convirtieron en un elemento más que sumar a una cadena de símbolos compuestos por tatuajes faciales, símbolos con las manos parecidos a los que hacen los metaleros y bandanas.

"Cuando un chico de 13 años, casi un niño, ingresa a una pandilla, no se mete pensando que va a ir a matar o a robar, se mete porque quiere ser parte de algo, de un grupo, en donde encuentra respeto, autonomía e identidad", explica el catedrático Cruz, quien asegura que todos estos elementos estéticos juegan un rol crucial como reclutadores e intimidadores.

El experto en pandillas Ron Barrett parece estar de acuerdo: "La cultura de las pandillas está idealizada. La promesa de protección, de pertenecer a algo y de ser respetado es una necesidad que todos los jóvenes están buscando. Si la familia no proporciona estos valores, la pandilla reemplazará a la familia y ofrecerá un sentido 'falso' de los valores mencionados. Esto se suma a que hemos glamourizado el estilo de vida de las pandillas a través de la música, las películas y los medios".

Una doble amenaza


La alerta del líder pandillero Manica Florez sobre el uso de estos tenis, especialmente en su versión azul con el logo de Nike en blanco, no parece infundada.


En julio de este año, la organización New York Civil Liberties Union condenaba la detención de varios adolescentes inmigrantes en un colegio en Long Island bajo el alegato de que eran pandilleros porque se les había visto "conversando con miembros reconocidos de pandillas" o porque llevaban puesta ropa con la que suelen identificarse los miembros de estos grupos. Los estudiantes le dijeron a la organización que cualquiera que llevara tenis " Nike Cortez, cinturones Versace o cualquier logo de los Chicago Bulls podría ser considerado como parte de una pandilla".

Efectivamente, en tiempos de la Operación Escudo Regional (que se inició en septiembre de este año), en donde las autoridades de Estados Unidos, El Salvador, Guatemala y Honduras han imputado a más de 3,800 miembros de las pandillas de la MS-13 y Barrio 18, los ojos parecen más atentos que nunca a esos elementos identitarios que por años han construido la particular estética de estos grupos, pero que, sin embargo, no resultan exclusivos de ellos.

"Así como ocurre con los Nike Cortez, cualquier persona que hoy lleve el logo de los Chicago Bulls es susceptible de ser identificado como pandillero por la policía y eso termina creando unos estereotipos muy peligrosos", asegura el líder Alex Sánchez. "Así se ha generado la base de datos de pandilleros de California: basados en Nike Cortez, pantalones Dickies, Ben Davis, bandanas azules y rojas".

Justamente en estos días, Sánchez tuvo que ejercer como experto en un juicio contra un presunto pandillero identificando si efectivamente el signo que llevaba tatuado era un toro de los Chicago Bulls, lo cual lo confirmaría como pandillero, u otro signo parecido. "Después de analizarlo les dije que era una letra maya y que nada tenía que ver con el toro tan popular estos dias entre las pandillas".

Efectivamente, las fuerzas del orden de todo Estados Unidos reciben capacitación sobre las últimas tendencias que usan las pandillas.

" La mayoría de los departamentos tienen un criterio estricto que utilizan para documentar a los miembros de pandillas. Los zapatos podrían ser uno de los identificadores tomados en consideración, porque muchos miembros de pandillas han aceptado esto como un estilo de vida y están desensibilizados por la atención que estos identificadores pueden traer", explica Barrett.


Las modas de las pandillas cambian. Los tenis Cortez, a pesar de ser uno de los elementos que más han sobrevivido, no siempre han estado vigentes.

" Los elementos estéticos como los tatuajes o los tenis cambian en función de las olas de política en Centro América y Estados Unidos. Así, cuando el gobierno ha implementado los programas de mano dura, las pandillas han dejado de tatuarse visiblemente, y han elegido zonas específicas y ocultas como debajo de la lengua. También han renunciado a sus tenis o sus camisas de cuadros. Pero cuando la política se afloja, empiezan a tatuarse de nuevo en la cara y a llevar sus modas más tradicionales", explica Cruz.

El llamado de atención sobre los Nike Cortez que hizo el pandillero Edwin Manica Flores puede que ya haya surtido un efecto entre la pandillas. Las subculturas de estos grupos son dinámicas, y sus tendencias cambian como si se tratara del clima y cuando una tendencia es identificada o expuestas ellos se encargan de hacer los cambios necesarios para adoptar algo diferente.

Quizás y con las advertencias y denuncias que se han oído últimamente, estos tenis dejen de ser, justo en su aniversario número 45, el identificador más obvio de un pandillero de los MS-13.

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