Las autoridades de California arrestaron a un hombre en relación con el mortal incendio forestal de enero, que se convirtió en el más destructivo en la historia de Los Ángeles y destruyó gran parte del barrio costero de Pacific Palisades.
Un conductor de Uber dejó a un pasajero e inició el incendio en Pacific Palisades a principios de año, informaron las autoridades
El acusado fue arrestado el martes en Florida y comparece ante uan corte este miércoles en ese estado. El incendio, que se desató el 7 de enero, causó la muerte de 12 personas y destruyó más de 6,000 viviendas y edificios en Pacific Palisades, un adinerado barrio costero de Los Ángeles.

Se trata de un conductor de Uber, quien intencionalmente creó el incendio días antes de que tomara fuerza y se extendiera fuera de control cerca de una popular zona de senderismo, según afirmaron investigadores federales.
El sospechoso estaba familiarizado con el área porque fue residente de Pacific Palisades.
Jonathan Rinderknecht, de 29 años, fue acusado de iniciar maliciosamente lo que finalmente se convirtió en el incendio de Palisades. Entre las pruebas recopiladas de los dispositivos digitales del sospechoso se encontraba una imagen que generó en ChatGPT que mostraba una ciudad en llamas, declaró el fiscal federal Bill Essayli.

“Si bien no podemos reparar el daño y la destrucción causados, esperamos que su arresto y los cargos en su contra brinden justicia a las víctimas de esta horrible tragedia”, declaró Essayli.
El incendio, que tomó gran fuerza el 7 de enero, causó la muerte de 12 personas y destruyó más de 6,000 viviendas y edificios en Pacific Palisades. El fuego arrasó vecindarios ubicados en colinas montañosas, destruyendo mansiones con espectaculares vistas al océano y al centro de Los Ángeles.

A la conferencia de prensa asistieron el fiscal federal interino Bill Essayli, el jefe de policía de Los Ángeles Jim McDonnell y el agente especial a cargo Kenny Cooper de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Loas incendios de Palisades y de Eaton -este último en la comunidad de Altadena- cobraron la vida de 18 personas. Ambos incendios ardieron durante días, reduciendo manzana tras manzana de vecindarios enteros a escombros grises y negros.
Una revisión externa publicada en septiembre reveló que la falta de recursos y las políticas obsoletas para el envío de alertas de emergencia provocaron retrasos en las órdenes de evacuación.
El informe, encargado por los supervisores del condado de Los Ángeles, señaló que una serie de deficiencias, como "políticas obsoletas, prácticas inconsistentes y vulnerabilidades en las comunicaciones", obstaculizaron la respuesta del condado.
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