LOS ÁNGELES, California. – El pasado septiembre detectives del Departamento de Policía de Sacramento entraron al apartamento de Robert Hodges y su esposa Mai Sheng y descubrieron los cadáveres de un bebé de 7 meses y dos pequeños de 11 y 9 años.
"Mis delitos son imperdonables", declara el padre convicto de asesinar a sus tres hijos en California
Robert Hodges fue condenado este viernes a pasar el resto de su vida en prisión tras ser declarado culpable de estrangular y asesinar a su bebé de 7 meses y sus pequeños hijos de 11 y 9 años. El juez al frente del juicio en el norte de California señaló al hombre como un “asesino en serie de sus propios hijos”.


El padre de los menores fue señalado como el presunto autor del escalofriante deleito, quien además habría intentado asesinar a su esposa antes de darse a la fuga.
Hodges, de 32 años, fue hallado por las autoridades horas después del triple homicidio, tras un fallido intento de suicidio.
Luego de su arresto, los agentes del orden determinaron que el padre de familia había sofocado a su bebé y luego ahorcado a sus otros dos hijos con un cinturón. Aunque también intentó asesinar a su esposa, la mujer pudo defenderse, huir del apartamento y alertar a la policía.
El trágico desenlace que se registró detrás de las puertas del apartamento número 44 estremeció a la comunidad de Sacramento, California y fue calificado por los agentes del orden como el crimen más violento en décadas en el condado de Yolo.
Este pasado viernes en un tribunal en dicha comarca del norte del estado, el hombre fue condenado a pasar el resto de su vida tras las rejas sin la posibilidad de la libertad condicional. Entre los miembros de la audiencia estaban la madre de las tres víctimas, parientes y amistades,
“Dios puede perdonarte, pero este tribunal no lo hace”, decretó David Rosenbeg, el magistrado al frente del juicio.
El juez además tildó a Hodges como “un asesino en serie de sus propios hijos” y afirmó que el caso habría sido el “más oscuro y depravado” que ha encabezado en su carrera judicial.
Hodges se vio visiblemente conmocionado ante las declaraciones hechas por sus amistades y parientes, quienes recordaron a las pequeñas víctimas y expresaron cuán doloroso habría sido el homicidio para Mai Sheng Hodges, la madre de los tres menores y esposa del asesino.
El convicto tuvo la oportunidad de presentar sus propias manifestaciones ante el tribunal y dirigiéndose a su esposa, ofreció sus disculpas por haber “destruido la vida que construimos juntos y arrebatar las vidas de nuestros hijos”.
El padre de familia afirmó que sus delitos eran “imperdonables”.
"Pasaré el resto de mi vida rogándole (Mai) a Sheng, Kelvin, Julie, Lucas y a Dios por el perdón. Los amo a todos y lamento haberles fallado. Eso es todo”, añadió.
El móvil detrás del homicidio
El castigo de cadena perpetua para Hodges se logró a través de una negociación entre la Fiscalía del condado de Yolo y el abogado defensor del convicto.
El hombre, inicialmente se declaró no culpable de los delitos en su contra, pero mediante siguió avanzando la investigación policial, la evidencia en su contra continuó creciendo.
Según los investigadores al frente del caso, Hodges mató a sus hijos por los problemas financieros que enfrentaba la familia.
El convicto le debía dinero al Departamento de Rentas Internas (IRS) y había rebasado los límites de sus tarjetas de crédito, según explicó el detective Eric Palmer.
Hodges confesó a la Policía que había contemplado el asesinato de su familia y su suicidio por un lapso de un año.
Fue el 13 de septiembre cuando el hombre sofocó al pequeño Lucas, de 7 meses y después ahorcó con un cinturón a los pequeños Kelvin y Julie, de 11 y 9 años respectivamente.
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El padre de familia confesó a los detectives que “sorprendió” a cada uno de los niños mayores, atacándoles por detrás. También reveló que los asesinatos ocurrieron a lo largo de varias horas y que se vio en necesidad de tomar “descansos” entre cada delito.
Hodges dijo que, entre cada ataque, miró su tablet con el propósito de reunir la fuerza física y mental necesaria para llevar a cabo los homicidios.
Tras asesinar a los menores, el convicto esperó que su esposa Mai Sheng Hodges regresara al apartamento. Intentó ahorcar a la mujer con el mismo cinturón que uso para atacar a Kelvin y Julie, pero la víctima pudo escaparse y alertar a las autoridades.
Posteriormente, Hodges abandonó el apartamento y permaneció prófugo por varias horas hasta que fue arrestado por la Policía.
“Nunca habrá consuelo para la familia”
Mai Menses, una amiga de la familia, conmemoró a las pequeñas víctimas y recordó que la niña Julie soñaba con ser una escritora, Kelvin tenía una sonrisa millonaria y que el pequeño Lucas era el “corazón” de su madre.
“Hay un dolor intenso y sin medidas en nuestros corazones que no disminuye. Estamos quebrantados hasta lo más profundo. Kelvin, Julie y Lucas se han ido. Mai (Sheng Hodges) está destrozada. Ella no es la misma persona. Ella ha perdido su alma”, reflexionó la mujer.
Tras el cierre de la audiencia judicial del viernes, el fiscal Jeff Reisig, expresó su esperanza que la condena pueda brindarle a Mai Sheng Hodges y el resto de la familia de las víctimas la oportunidad de seguir adelante.
“En este caso, nunca habrá consuelo para la familia. Tres niños se han ido y simplemente no hay nada que cure esas heridas. Nuestra esperanza para la familia es que puedan pasar de esta etapa a alguna forma de sanación”, concluyó Reisig.







