Manuel Santos vio su residencia en Inglewood cubierta en llamas, después de que llegó de cenar en un establecimiento aledaño durante el domingo del fin de semana de Acción de Gracias. La víctima llevaba dos décadas en esta comunidad y ahora tendrá que desplazarse por los daños. El siniestro en el inmueble donde viven varias familias latinas no dejó muertos ni heridos.