Jardinero hispano recoge una "bolita" en Torrance y en el acto pierde dedos, dientes y visión

Héctor Mayoral Alatorre está obligado a "empezar a hacer otra vida" después de perder dedos, dientes y hasta la visión, durante una explosión el sábado 8 de julio. Recogió una "bolita" del suelo sin saber que se trataba de un poderoso explosivo.

Video “Vi que mi mano voló”: jardinero termina gravemente herido tras explotarle un cohete cuando trabajaba

El jardinero hispano Héctor Mayoral Alatorre confiesa con tristeza que está obligado a "empezar a hacer otra vida" después de perder dedos, dientes y hasta la visión por el ojo izquierdo, durante una explosión el sábado 8 de julio.

Mayoral, de 37 años, trabajaba en la calle 173, en la ciudad de Torrance, junto a su hermano Ernesto. Ese día, recuerda, "abrí mi puerta y miré una bolita, abajo en el suelo, como una pelotita de béisbol, así chiquitilla. Se me hizo curioso y, al agarrarla con la mano izquierda, ahí fue cuando explotó esa cosa".

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Desconcertado, cuenta que logró ver "que mi mano voló y también sentía mi cara que esto (y señala parte superior de su rostro) que no lo tenía. Miré mi mano y pues tiraba mucha sangre".

Las cámaras de seguridad del vecino del área Ken Lucas captaron la explosión, lo que le permitió al hombre salir en auxilio de Mayoral, a quien le aplicó un torniquete en el brazo mientras llegaban las autoridades.

El vecino ha declarado a medios como KTLA que la escena fue desgarradora, con dedos y otros pedazos de la piel de Héctor Mayoral, esparcidos por un tramo de la calle.

En el hospital intentaron amputar tres dedos de la mano izquierda, pero no le aseguran que, de recuperar bien, pueda utilizarlos como antes.

"La explosión me mochó toda mi mano, no tengo dedos, no tengo nada", declara el trabajador hispano. "Todos me dicen 'échale ganas' y yo sí que le quiero echar ganas, pero ahora ya no sé ni cómo".

Las autoridades investigan el origen de esa "bolita" explosiva que Héctor Mayoral Alatorre encontró. Si los daños en el jardinero hispano son enormes, estiman que a un niño u otra persona más vulnerable, le hubiese costado la vida.

Sobre la persona que olvidó o dejó descuidado ese potente explosivo, el hispano piensa que es alguien que "no tiene compasión de la otra gente. Eso para mí es como matar gente".

Agrega que él, antes del accidente, "era otra persona. Ahor,a ya no soy el mismo". Perdió tres dedos, igual cantidad de dientes y "mi ojo izquierdo, no miro. Ojalá y algún doctor me haga alguna cirugía que me devuelva mi vista".

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Con un nudo en la garganta, este emprendedor accidentado acepta que la situación le entristece, "aunque sea uno fuerte".

Su familia y amistades recaudan dinero en GoFundMe para ayudarlo a cubrir sus gastos médicos y también en su recuperación.

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