En Estados Unidos hay actualmente varios casos en estudio tras la muerte de menores de edad por sobredosis luego de consumir accidentalmente dicha droga, la cual llevaron padres de familia a sus casas. De acuerdo con el abogado en derecho penal, Humberto Díaz, en ese tipo de situaciones una persona puede enfrentar cargos por homicidio en segundo grado, que se da cuando no hay intención específica de matar.