Esta joven logró escapar de la violencia doméstica y ahora hace un llamado a otras mujeres a no callar
“No me dejaba salir, me pegaba, no podía tener teléfono, no podía tener comunicación con nadie”, es el sufrimiento que una madre de 23 años tuvo que afrontar por varios años a manos de su expareja. Ella pudo huir de esa situación y una organización está trabajando para conseguirle un albergue.
Esta joven logró escapar de la violencia doméstica y ahora hace un llamado a otras mujeres a no callar
“No me dejaba salir, me pegaba, no podía tener teléfono, no podía tener comunicación con nadie”, es el sufrimiento que una madre de 23 años tuvo que afrontar por varios años a manos de su expareja. Ella pudo huir de esa situación y una organización está trabajando para conseguirle un albergue.