Incendios en Los Ángeles: Científicos investigan el daño al océano y sus ecosistemas

Los escombros que el fuego dejó han llegado al mar, adentrándose en las costas, lo que representa una amenaza tanto para la vida marina como para la salud humana.

Video Intensas lluvias del río atmosférico provocan deslaves en zonas afectadas por incendios en L.A.

LOS ÁNGELES, California.- Mientras las autoridades continúan las labores de limpieza de las áreas afectadas por los devastadores incendios que afectaron varias zonas en Los Ángeles, los científicos comienzan a investigar cuál será el daño que causaron, principalmente en el océano.

Y es que los incendios de gran magnitud no solo tienen un impacto económico y social, también ambiental, pues destruyen ecosistemas, contaminan el aire y el agua, y contribuyen al cambio climático. En el caso de Eaton y Palisades, los escombros tóxicos han sido arrastrados al océano, algunos incluso llegaron casi de inmediato ahí por la cercanía de algunas casas al mar. Ante este panorama, las investigaciones se intensifican.

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Recientemente, Tracy Quinn, presidenta y directora ejecutiva de Heal the Bay, condujo por la Pacific Coast Highway para evaluar los daños causados por el incendio Palisades en la costa de California. Lo que encontró fue alarmante: una línea de agua oscurecida por cenizas, electrodomésticos quemados esparcidos por la orilla y lodo cubriendo la costa. Las olas golpeaban las viviendas carbonizadas y esparcían escombros y cenizas posiblemente tóxicas al océano.

El incendio de Palisades y el de Eaton, que destruyeron miles de hogares, negocios y vehículos, también dejaron atrás cenizas peligrosas formadas por materiales como pesticidas, amianto, plásticos y metales pesados. Los equipos de limpieza se esfuerzan por retirar estos residuos, mientras investigadores y funcionarios intentan entender cómo estos incendios afectan al océano y la vida marina.

Riesgos para la salud pública y la vida marina

Uno de los principales riesgos es la contaminación del agua, particularmente después de las lluvias. Las precipitaciones pueden arrastrar contaminantes al mar, desde metales pesados hasta productos químicos y restos de materiales quemados, lo que afecta no solo a los surfistas y bañistas, sino también al ecosistema marino. La Fundación Surfrider, a través de su gerente de calidad del agua, Mara Dias, subraya que las lluvias recogen contaminantes como nitrógeno, fósforo y metales pesados, que podrían agravar la contaminación del océano.

Los aludes de lodo y los flujos de escombros también son una gran preocupación. Tras los incendios, el suelo en las áreas afectadas pierde capacidad para absorber agua, lo que aumenta el riesgo de deslizamientos que arrastran más contaminantes hacia las costas. Por ello, las autoridades del condado de Los Ángeles han colocado barreras y otros dispositivos para prevenir que estos desechos lleguen a las playas.

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Investigaciones sobre los contaminantes tóxicos

Los científicos, como la ecóloga marina Julie Dinasquet, han detectado cenizas y escombros hasta 161 kilómetros de la costa, e incluso observaron componentes como ramitas y fragmentos de vidrio. Estos elementos, junto con los productos químicos nocivos de los incendios, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y los bifenilos policlorados (PCB), presentan una amenaza tanto para la vida marina como para la salud humana.

El análisis del agua ha comenzado a revelar la presencia de metales pesados como arsénico, plomo y aluminio, pero los funcionarios del condado informan que, hasta ahora, no se han detectado niveles peligrosos para la salud. Sin embargo, continúan las investigaciones sobre los efectos a largo plazo, en especial la posible incorporación de estos contaminantes en la cadena alimentaria marina.

¿Cuáles serán las consecuencias?

El impacto de los incendios forestales en la vida marina aún es incierto. Aunque los incendios pueden aportar nutrientes al océano, como hierro y nitrógeno, que favorecen el crecimiento del fitoplancton, las cenizas urbanas contienen materiales extremadamente tóxicos, como plomo y amianto, que podrían afectar gravemente a los organismos marinos. La investigación futura se centrará en comprender cómo estos contaminantes alteran el ecosistema y la seguridad alimentaria a largo plazo.

El océano ha absorbido durante mucho tiempo los contaminantes provenientes de la tierra, pero desastres como los incendios forestales intensifican esta problemática. Los científicos y funcionarios continúan monitoreando la situación, trabajando para mitigar los efectos de este desastre ambiental y proteger tanto la salud humana como la del ecosistema marino.

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Con información de AP

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