Ante el incremento en el número de contagios, el Departamento de Salud Pública de California movió la clasificación del condado a la fase morada bajo el sistema de reapertura codificado por colores. El retroceso significaría que iglesias y algunos establecimientos como gimnasios, cines y restaurantes se verían obligados a suspender sus servicios bajo techo dentro de las próximas 72 horas.